Ana Mato debe dimitir por no haber impedido que el primer contagio de ébola en Europa se haya producido en España

Es evidente que los protocolos sanitarios que se han establecido para atender al misionero español  Manuel García Viejo, que falleció de ébola el pasado día 26 de septiembre en el hospital Carlos III, han fallado estrepitosamente  y la una auxiliar de clínica que le atendió ha ingresado contagiada por ébola  en el hospital de Alcorcón.
Es totalmente intolerable que la enferma, que empezó a notar los primeros síntomas el 30 de septiembre, no haya ingresado en el hospital hasta ayer, día siete de octubre.

La ministra de sanidad ha declarado: “tengan la certeza de que se están tomando todas las medidas necesarias para garantizar la seguridad de toda la población”. Sin embargo, es difícil que haya alguien que la crea, porque  lo mismo dijo respecto a la seguridad de los protocolos puestos en marcha para atender al enfermo Manuel García Viejo.
Este lamentable hecho, que puede convertirse en una tragedia para muchas personas,  lo que supone es que las autoridades sanitarias no han actuado con la diligencia y la efectividad necesaria en un caso tan grave y deben de poner la dimisión, empezando por la propia ministra.