1/11/2011
El contrabajo de Javier Colina
Javier Colina (© Ricardo Carrillo de Albornoz)
El contrabajo es uno de los instrumentos básicos en el jazz. Junto con la batería, el piano y, a veces, la guitarra, forma parte de la sección rítmica. El contrabajo marca el ritmo (beat) sobre el que tocan el resto de los instrumentos de una orquesta de jazz. Por eso es tan importante y no hay grupo que no lo incorpore. En el jazz no se suele utilizar el arco, sino la técnica del pizzicato, que consiste en pellizcar las cuerdas con la yema de los dedos. Existe una leyenda según la cual fue Bill Johnson, en los primeros años del siglo XX, el introductor de esta técnica en el jazz al rompérsele el arco durante un concierto.
Desde Bill Johnson hasta nuestros días, ha habido grandes intérpretes de este instrumento. En los primeros años, George “Pops” Foster, John Kirby o Bob Hagart, entre otros, fueron grandes contrabajistas. En los gloriosos años 40 destacó Jimmy Blanton, bajista en la orquesta de Duke Ellington, que falleció prematuramente en 1942 a la edad de 23 años. A Blanton se le considera como uno de los primeros solistas de contrabajo. Posteriormente Oscar Pettiford, Ray Brown y Ron Carter, que creó una verdadera escuela de contrabajistas, y por supuesto Charles Mingus, Jimmy Garrison o el británico Dave Holland, sólo por citar algunos, porque la lista podría se amplísima
En el año 1969 se creó en España la Orquesta Sinfónica de RTVE e Igor Markevich, a quien se le había encomendado la creación de la orquesta, contrató a David Thomas para que ocupara la plaza de contrabajista. Thomas fijó su residencia en Madrid y fundó la asociación Jazz Forum, de la que salieron varios de los mejores músicos de jazz españoles, entre ellos el bajista Miguel Ángel Chastang, que ha tocado con Pedro Iturralde durante varios años.
En la actualidad, el grupo de bajistas españoles es muy amplio y de enorme calidad. Además del citado Chastang, están Richie Ferrer, Guillermo Prats, Toño de Miguel, Francis Posé, Pablo Martín-Caminero, Antonio Domínguez, ... y por supuesto Javier Colina, que, sin desmerecer a ninguno de los anteriores, es un referente del contrabajo y está considerado internacionalmente como uno de los mejores y más completos contrabajistas de jazz.
“Javier Colina es uno de los contrabajistas más importantes de nuestro país. A lo largo de su impresionante carrera ha trabajado con grandes músicos de Jazz como Hank Jones, Gary Bartz, Frank Lacy, Idris Muhammad, George Benson, Dizzy Gillespie, Tete Montoliú, Marc Miralta o Perico Sambeat. También ha sido un pionero en el acercamiento del contrabajo al Flamenco, habiendo trabajado con figuras como Tomatito, Diego "El Cigala", Ketama, Radio Tarifa, Carmen Linares o Enrique Morente.” (del blog http://the-jazz-files.blogspot.com/, de Ricardo Carrillo de Albornoz)
Colina empezó a tocar en clubs de su ciudad, Pamplona, y comenzó a ser más conocido cuando se unió al pianista Chano Domínguez y al batería Guillermo McGill para formar un trío de jazz flamenco. Estuvo durante algún tiempo tocando con Tete Montoliu, con quien grabó un disco en 1995, y ha tocado con muchos de los mejores músicos y grupos de jazz. Con Bebo Valdés y Diego “El Cigala” grabó el disco Lágrimas Negras. Sus últimos trabajos discográficos han sido Colina, Miralta, Sambeat (CMS trío), Si te contara (a ritmo de son cubano, con varios músicos) y En la imaginación (Javier Colina trío y Silvia Pérez Cruz, con la colaboración de Perico Sambeat en algún tema), este último disco, fundamentalmente de boleros a ritmo de jazz, lo presentaron en el Palau de la Música de Barcelona en abril de 2011 y actualmente forma parte de sus actuaciones.
Una de las últimas actuaciones tuvo lugar en el Teatro Fernán Gómez de Madrid, dentro de la programación de XXVIII Festival de Jazz Madrid 2011. Y allí estuve yo, entre el público que llenaba el teatro el 19 de noviembre, para disfrutar de un soberbio concierto.
El trío lo completan, junto a Javier Colina, Albert Sanz al piano y Marc Miralta a la batería, magníficos músicos ambos. Y a ellos se une Silvia Pérez Cruz, una cantante joven con una voz personalísima que transmite emociones. Silvia Pérez es hija de un guitarrista y cantante de habaneras, Cástor Pérez, lo que le ha hecho vivir el mundo de la música desde niña. Estudió solfeo, piano y canto y formó parte, durante varios años, del grupo femenino flamenco Las Migas, que abandonó en 2010.
El concierto empezó con el tema Soberana Rosa, del compositor e intérprete brasileño Ivan Lins. Ya al principio nos advirtió Colina de la importancia de las letras. Tocaron Debí llorar, Qué dirías de mí, de María Grever y a continuación Colina anunció a Perico Sambeat, que les acompañó en dos temas, Mi mejor canción (José Antonio Méndez) y Si te contara (Félix Reina). Perico Sambeat es un magnífico compositor y saxofonista valenciano y de un gran prestigio. Todo el levante español ha dado muy buenos músicos, seguramente porque empiezan desde muy pequeños. Es admirable y envidiable ver en la mayoría de sus pueblos a niños y niñas que, al salir del colegio, van a estudiar música. Y Perico fue de los que empezó de niño a tocar el saxo y así de bien lo hace. En la imaginación es el tema que da título al disco, un tema de Marta Valdés que el trío y Silvia interpretaron magistralmente. La tarde, de Sindo Garay y Ya no me quieres, de María Grever, fueron otros de los temas.
Y se quedaron solos en el escenario, Silvia y Javier. Ella con su preciosa voz y él con su contrabajo.
Como la rosa, como el perfume, así era ella;
como lo triste, como una lágrima, así soy yo
son versos de Ella y yo, composición del cubano Oscar Hernández, de la que Javier y Silvia hicieron una interpretación memorable.
Javier Colina y Silvia Pérez Cruz interpretan Ella y yo (Palau de la Música, Barcelona)
La presentación de este disco les va a llevar a varias ciudades de diferentes países, así que si tenéis oportunidad no dejéis de asistir a alguno de sus conciertos. El sentimiento y estremecimiento que produce esta música es indescriptible.