Uno de mis desayunos preferidos es un café con tarta de Santiago. Cualquier dulce de almendra me pierde, de hecho si hubiese una competición de comer mazapán ganaría fijo. A la mayoría de la gente el mazapán o no le gusta o, si le gusta, le empacha. Pues a mí al revés: las cajitas pequeñas de 6 u 8 mazapanes me duran 15 minutos. Y eso es porque al comerme tres seguidos entra en acción el sentido de culpabilidad y los guardo pero los acabo volviendo a sacar al minuto y medio.....
Aún así intento reprimirme y dosificarme para que dure más el disfrute, como cuando te comes antes los bordes del sandwich para dejar lo mejor para el final. Que quede claro que cuando digo mazapán me refiero a mazapán del bueno, el de Toledo, no a los engendros esos que vienen en bolsitas de plástico que parecen arenilla amalgamada que no hay quien se los coma.
A la tarta de Santiago le pasa un poco como al mazapán: o es buena o es otra cosa. Como la masa es básicamente huevo, almendras y azúcar y las almendras son bastante caras, en muchos sitios hacen bizcocho de almendra y no tarta de santiago, y claro, se nota. Yo no suelo ir a Galicia, con lo cual hace tiempo que no tomo una tarta de Santiago autóctona, pero mi padre es de León y cada vez que van traen o pastas o tarta de Santiago de una pastelería que se llama "La Asturiana" y que, casualidades de la vida, hace una tarta de Santiago que está para morirse. El único cambio que introducen a la tarta típica, y que yo creo que la mejora, es añadir unas almendras troceadas y tostadas por encima de la tarta antes de espolvorear el azúcar glas. Estas almendras lo que dan es una textura crujiente que queda muy bien con el interior suave y jugoso típico.
En casa llevo haciendo esta tarta varios años y la verdad es que es bastante sencilla y le encanta a todo el mundo. La receta es del Larousse de los Postres de Pierre Hermé. Las tres claves para una tarta de Santiago perfecta (a mi parecer) son: hacer la masa de debajo lo más fina posible, no pasarse en la cocción y las almendritas por encima. A veces echo la canela y el limón que viene en la receta y a veces no, para gustos los colores.
RECETA: para un molde de 24cm de diámetro (Larousse de los postres, Pierre Hermé)
Para la masa: 50ml aceite de girasol
50ml leche
100gr harina
25gr azúcar
3gr sal
Para el relleno: 4 huevos
200gr almendras molidas
200gr azúcar
ralladura medio limón
5gr canela molida
Azúcar glas para espolvorear por encima
Almendras trozeadas para colocar encima de la tarta
Instrucciones:
1. Mezclar el aceite, la leche, la harina, el azúcar y la sal hasta que quede una masa suave y homogénea.Taparla con un paño y reposar durante 30 minutos
2. Extender la masa con el rodillo hasta un grosor de 3mm y forrar el molde desmoldable.
3. Precalentar horno a 180ºC. Trocear almendras y tostarlas en el horno.
4. Batir huevos, azúcar, canela y ralladura de limón hasta que quede espumoso.
5. Añadir las almendras molidas y mezclar bien. Colocar sobre la masa en el molde.
6. Hornear durante unos 35 mins hasta que la superficie quede dorada.
7. Dejar enfriar. Colocar las almendras tostadas trozeadas sobre la superficie y espolvorear con azúcar glas.