25/01/2015
Las Big Bands, de ayer a hoy
Trío, cuarteto y quinteto son formaciones habituales en el jazz, quizá las más frecuentes y a las que estamos más acostumbrados ver y escuchar, pero hubo una época en que las big bands (y ya dejo de escribirlo en cursiva), las orquestas de jazz, dominaron en gran parte de los escenarios musicales que programaban jazz. Unos años en los que el coste de mantener una gran agrupación de músicos no era tan alto como ahora y en los que una big band era sinónimo de música de baile. Ya no es así, pero ahí siguen y seguirán, porque los aficionados continúan demandándolas, porque hay espacio para todos y también porque cumplen una función de formación de nuevos músicos. Doy por sabido que una big band no tiene por qué estar compuesta por un número fijo de músicos, ni siquiera por determinados tipos de instrumentos, sin que puedan añadirse o suprimirse algunos otros, pero por generalizar -que a veces no es malo- diré algo sobre la estructura de una big band. Una big band suele estar formada por un número de músicos que varía generalmente entre 12 y 20 y se compone, también generalmente, de tres secciones de instrumentos: viento-metal, viento-madera y rítmicos. La sección de viento-metal la forman las trompetas y los trombones, aunque pueda añadirse algún otro, como la tuba. La sección de viento-madera suele estar compuesta por saxofones (alto, tenor y barítono, algo menos frecuente el soprano), clarinetes y flautas. Y la sección rítmica por piano, contrabajo, guitarra y batería. Y en ocasiones se añade el elemento vocal, que lo puede aportar un o una vocalista o los propios miembros de la banda. Como pasa con todos los orígenes, el de las big bands no es fácil precisarlo, pues siempre se podrán encontrar antecedentes, pero digamos que nacieron con los estilos New York y Chicago (ya he escrito sobre ellos en algún otro artículo de este blog) en los años 20 del pasado siglo, con las primeras agrupaciones de este tipo entre las que destacaron las de Joe "King" Oliver y, sobre todo, de Fletcher Henderson. Aunque aquellas primeras no pasaban de los 10 ó 12 miembros.
Fletcher Henderson Orchestra (1926)
Y es a partir de finales de la década de 1920 cuando aparecen un gran número de big bands, que se consolidan en la llamada Era del Swing que llega prácticamente hasta la entrada de Estados Unidos en la Segunda Guerra Mundial. Fueron muchas, sólo en Estados Unidos hubo más de 300, y no es cosa de relacionarlas (ni podría), pero algunas de las más conocidas fueron las de Benny Goodman, Glenn Miller, Artie Shaw, Lionel Hampton, Count Basie y por supuesto la de Duke Ellington. Algunas continúan aún pese a haber desaparecido sus fundadores, como la Legendary Count Basie Orchestra o la Duke Ellington Orchestra. Al ser las big bands agrupaciones muy enfocadas al espectáculo y música de baile los solos fueron perdiendo protagonismo y sin embargo tuvieron mucha importancia los arreglos orquestales. En los años 50 comienza el declive de las big bands, si bien es cierto que son varias las que se mantienen e incluso aparecen nuevas que se adaptan a los diferentes estilos que suceden al swing. Pero siempre el concepto de big band estará asociado a la era del swing, y muchas de las actuales limitan casi todo su repertorio a los temas que se compusieron en esa época.
Y así enlazo con el momento actual, en el que, aunque las big bands no son las protagonistas principales del jazz, siguen siendo altamente solicitadas por los clubs de jazz y salas de conciertos. Son escasos los festivales de jazz que no incluyen en su programación la actuación de alguna big band y festivales hay casi continuamente. Tan solo para el Newport Jazz Festival de 2015, el más prestigioso de cuantos se celebran en el mundo, ya hay anunciada la actuación de seis big bands, incluida la formada por los alumnos de un centro de educación musical (Massachusetts Music Educators Association). La programación de este festival, por si alguien se anima a asistir del 31 de julio al 2 de agosto, puede verse en http://www.newportjazzfest.org/ También hay muchos centros o clubs de jazz que mantienen su propia big band, como es el caso de uno de los más famosos, el Jazz at Lincoln Center, en New York, cuya orquesta dirige Wynton Marsalis, posiblemente el trompetista más conocido e influyente de la actualidad. Por su orquesta han pasado un buen número de músicos que posteriormente han saltado a la fama y creado sus propios grupos. Hay orquestas que se ajustan a un determinado estilo de jazz, como la Afro Latin Jazz Orchestra, de Arturo O'Farrill, y Estados o países que han creado las suyas, como las All State Jazz Band existentes en varios Estados USA o la Orchestre National de Jazz en Francia (de la que ya hablé en el artículo dedicado al jazz en Paris). En España, que es lo que me pilla más cerca, también hay un gran número de ellas: Sant Andreu Jazz Band, que dirige Joan Chamorro, compuesta por niños y adolescentes y sobre la que ya he escrito, Big Band Jazz Terrassa, dirigida por John Dubuclet, Orquesta Nacional de Jazz de España, creada y dirigida por Ramón Farrán, y muchas otras.
Pero como resultaría absurdo, además de imposible, intentar hacer una recopilación de las big band que en el mundo existen, voy a dedicar el resto del artículo a hablar de dos de ellas, como ejemplo y en representación de todas, una estadounidense y otra española, aunque el director de esta última sea también estadounidense. Se trata de Maria Schneider Orchestra y de Bob Sands Big Band.
Maria Schneider es una compositora, arreglista y directora de orquesta norteamericana, nacida en el Estado de Minnesota, que creó su propia orquesta de jazz en 1993, tras finalizar sus estudios de composición en la prestigiosa Eastman School of Music de la Universidad de Rochester y de haber colaborado con algunos de los más acreditados músicos de jazz de los Estados Unidos. Tiene tres premios Grammy y diez nominaciones a ellos y con su big band ha actuado en los festivales más importantes de todos los continentes, de hecho es raro el año que el Newport Jazz Festival no la incluye en su programación, y es habitual de algunos de los clubs más famosos, como el Jazz Standard o el Birdland, ambos de New York. Tiene publicados 7 discos y está preparando el octavo, cuya presentación está prevista para abril de 2015. La formación clásica de su orquesta está compuesta por 5 saxofones, 4 trompetas, 4 trombones, piano, contrabajo, guitarra y batería, más la dirección de Maria Schneider. Su orquesta, considerada por muchos como la mejor big band de la actualidad, tiene una particularidad que, entre otras razones, me ha llevado a incluirla en este post, y es que su repertorio está muy basado en composiciones y arreglos propios. Desde luego que no es la única big band que no limita sus temas a los estándares del jazz, pero en su caso estos son minoritarios frente a los temas compuestos por la propia Maria y a otros que incluye y que nos llevan a distintos mundos, como el latino.
Maria Schneider
Foto y © Dani Gurgel (www.danigurgel.com.br)
Maria Schneider Orhestra en el Montreal Jazz Festival
Desde la aparición de su primer disco en 1994, Evanescence, la orquesta de Maria Schneider se ha convertido en una de las más conocidas y más solicitadas en el mundo entero. En España actuó en el Festival de Jazz de Madrid en noviembre de 2005, en el Centro Cultural de la Villa, y en el de Barcelona en octubre de 2011, en el Palau de la Música. No sólo escuchar su música, sino ver a Maria dirigir su orquesta es una delicia. A veces con su gracilidad parece que bailara sobre el escenario, pero al instante demuestra una fuerza y pasión incontenibles. Como dijo un crítico tras una de sus actuaciones "el vuelo de una mariposa puede desencadenar un huracán".
Sin considerarla una vanguardista, Maria Schneider sí es una innovadora en su forma de componer y hasta de producir y distribuir sus discos. Fue ganadora del primer Grammy otorgado a un disco distribuido exclusivamente a través de Internet, Concert in the Garden, y ahora tiene intención de producir, editar y distribuir su nuevo proyecto, The Thompson Fields, con participación ciudadana a través de ArtistShare.
Bob Sands es un saxofonista originario de Nueva York y también formado musicalmente en la Eastman School of Music de Rochester. Tocó en las orquestas de Lionel Hampton, Dizzy Gillespie, Paquito D'Rivera y con otros grandes músicos antes de trasladarse a España en 1992 donde fijó ya su residencia. En España ha actuado con los mejores músicos de jazz y ha participado en múltiples grabaciones, al mismo tiempo que creó sus propias bandas, no sólo la big band que lleva su nombre, sino otros grupos en formato de trío, cuarteto o quinteto. En el 92 en Madrid empezó a tocar con su cuarteto que completaban Dan Rochlis (guitarra), Javier Colina (contrabajo) y Guillermo McGill (batería) y en marzo de 2000 creó su Big Band. Desde entonces su orquesta no ha dejado de actuar en conciertos, bien sola o acompañando a vocalistas de la talla de Laïka Fatien, Nicole Henry, Jamie Davis o, Tony Hadley. Es habitual ver a Bob en los escenarios de jazz españoles y principalmente de Madrid, ciudad en la que reside. Bob Sands Big Band es seguramente la big band española que más actuaciones realiza a lo largo del año. Lo he visto en varias ocasiones, con su big band o con alguna de sus otras formaciones e incluso colaborando con algún otro grupo (recuerdo una colaboración suya con Ignasi Terraza Trío y Susana Sheiman) en las salas madrileñas, Café Central, Clamores y Bogui Jazz.
El último concierto suyo al que he asistido ha sido en Bogui Jazz, el 23 de enero de 2015, con su big band, que, como en el caso de la de Maria Schneider, está formada por 17 músicos, 5 saxos (que también tocan clarinete y flauta), 4 trompetas y fliscornos, 4 trombones, piano, guitarra, contrabajo y batería. Bob es habitual de Bogui, donde actúa casi todos los meses, a veces habla de esta sala como de su segunda casa. En mi opinión, Bogui es una de las mejores salas de jazz que hay en España en cuanto a la programación, que es muy atractiva y dedicada exclusivamente a esta música, pero resulta algo pequeña y un poco incómoda, sobre todo si no consigues reservar asiento.
Bob Sands. Bogui Jazz, Madrid (23-01-2015)
Bob Sands Big Band. Bogui Jazz, Madrid (23-01-2015)
Pero por otra parte, Bogui Jazz tiene la ventaja de la proximidad, de la cercanía, de que te sientes como en casa, rodeado de un grupo de amigos con los que puedes charlar (eso sí, sin molestar la audición de las actuaciones). Precisamente allí me encontré al excelente crítico musical (aunque él prefiere el término de comentarista) Juan Claudio Cifuentes "Cifu", con el que tuve ocasión de intercambiar comentarios y opiniones. Siempre hay mucho que aprender del maestro Cifu.
Bob Sands Big Band tocó varios temas de los considerados estándares de jazz, como The Song Is You (Jerome Kern), Billie's Bounce (Charlie Parker), Softly, As In A Morning Sunrise (Sigmund Romberg) o Cotton Tail y Main Stem (Duke Ellington) y algunos otros más cercanos en el tiempo, de Terry Gibbs o de Doug Beach, como fue el caso de Big Cat Groove, ya casi al final y con el que Bob quiso demostrarnos su maestría con el saxo en un solo magnífico.
No cabe duda de que resulta meritorio, en los tiempos que corren, mantener una big band y hay que agradecérselo a quienes lo hacen, pero estoy convencido de que gracias a ellos, a cuantos músicos las forman y al público que sigue solicitándolas, las big bands seguirán proporcionándonos en el futuro los mismos buenos momentos que nos hicieron disfrutar ayer y nos están dando hoy.
Y me resta agradecer -lo que hago aquí y ahora- al equipo de Maria Schneider y a Bob Sands la gentileza que han tenido conmigo para facilitarme la elaboración de este artículo.