Sábado 08 de Abril de 2017 08:47

13. El tango orillero hacia 1900

por María Mirna Rugnon Paiva
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Recopilando, encontramos que los escenarios del tango también fueron al principio cerca de los cuarteles, después estaban en los cafetines danzantes portuarios, en los bajos fondos; luego va llegando a los patios de los conventillos y así se seguía expandiendo por la ciudad.

Figuras 18 y 19 Tango Orillero

Se caracteriza por ser una tonada, que es bailada, con preferencia por los compadres y los compadritos, prototipos de los arrabales; ritmo de mucha aceptación por tratarse de que, los sitios de esparcimiento, los suburbios, eran frecuentados por una población predominantemente masculina. Pero, con el paso del tiempo, el tango se hará conocer en los hogares, se va a imponer en los cabarets y de ahí en adelante se hará conocer más allá de fronteras, conquistando varios países sudamericanos, parte de Europa y EE.UU.

Hacia la década de 1910 a 1920, poco a poco, se empiezan a conocer, en las dos capitales, sitios nocturnos, denominados Cabarets; en Montevideo, al principio, los más famosos, eran el Pigall y el Moulin Rouge, ubicados en la zona céntrica, decorados al estilo de los europeos, se trata de lugares más acordes con los gustos de la franja social que empezaba a aceptar el tango. A esos sitios se va a bailar, a tomar una copa, a ver un espectáculo, a disfrutar una velada en pareja o con amistades.

Pero la clase alta y la burguesía ofrecían gran resistencia a aceptar este género musical debido a los lugares donde se escuchaba y por la manera de bailarlo, considerándolo, ligado a la mala vida y atentatorio de las buenas costumbres. Aunque los jóvenes de esas familias acomodadas, solían disfrutar de la vida nocturna, frecuentar los suburbios, y bailar el tango.


 

María Mirna Rugnon Paiva

María Mirna Rugnon Paiva

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