12/07/2018
Brad Mehldau
Hay una frase de Dave Brubeck (o al menos atribuida a él) que es perfectamente aplicable al protagonista de este artículo, el excelente pianista que es Brad Mehldau, “El jazz es la libertad dentro de la disciplina" dice Brubeck. Y es que Brad Mehldau es un gran improvisador y la improvisación es uno de los elementos del jazz (ingredientes, le gustaba decir a Cifu), pero al mismo tiempo Mehldau es absolutamente respetuoso con la estructura musical de las composiciones que interpreta. Improvisación y formalismo, libertad y disciplina. Brad Mehldau es originario de Jacksonville (Florida) y empezó de niño a tocar el piano, primero música clásica y más tarde se decantó por el jazz y a los dieciocho años se trasladó a Nueva York para completar sus estudios musicales en el departamento de Jazz and Contemporary Music de la Universidad The New School. Fijó su residencia en Nueva York y allí empezó a tocar con Joshua Redman. Actualmente reside en Los Ángeles, siempre que no está de gira, que hace unas cuantas cada año. Vivió en Madrid durante algún tiempo a principio de los años 90 y por aquella época realizó varios conciertos en España junto al saxofonista valenciano Perico Sambeat, con quien había coincidido en la New School. En Café Central de Madrid recuerdan gratamente sus actuaciones de aquellos años.
Brad Mehldau
Brad Mehldau es uno de los pianistas más importantes y más solicitados de la actualidad del jazz y ha tocado en distintas agrupaciones, con grandes músicos, y en muchas ocasiones a piano solo. También ha experimentado el formato de dúo en varios conciertos y grabaciones con distintos instrumentistas y vocalistas (piano, saxo, contrabajo, voz, guitarra o batería), lo que en muchos casos permite la creación de un diálogo entre instrumentos. Algunos de los dúos más significativos en actuaciones y grabaciones son las que ha realizado con los saxofonistas Joshua Redman y Joel Frahm, dúo de pianos con Kevin Hays, con la soprano Renée Fleming y la cantante Fleurine Verloop (su esposa), con el batería Mark Guiliana o con el guitarrista Pat Metheny. Pero posiblemente sea con el formato de trío con el que haya realizado más actuaciones y haya grabado más discos. Dirige un trío estable (algo no muy habitual en esta época) con el bajista Larry Grenadier y el batería Jeff Ballard (el primer batería del trío fue Jordi Rossy), con los que lleva varios años tocando. Ha grabado más de una veintena de discos en solitario o como líder de su grupo, entre los que destacan la serie de cinco volúmenes The Art of the Trio editados entre 1996 y 2001, y ha participado en otros tantos. Sólo voy a mencionar sus dos discos más recientes. Mehldau es un gran admirador de la música de Brahms y de Bach y en 2016 publicó su disco a piano solo, After Bach, intercalando preludios de J.S. Bach con composiciones suyas. Acaba de editarse, en mayo de 2018, el último disco, hasta el momento, de Brad Mehldau Trio, Seymour Reads The Constitution!, con ocho temas de los que sólo tres son composiciones de Mehldau y en el que también incluye un par de temas pop. Un disco en el que Mehldau pone de manifiesto sus dotes de improvisador, como en la versión que hace del clásico Almost Like Being in Love.
Para conocer algo sobre los próximos proyectos de Brad Mehldau nada mejor que ponerse en contacto con sus representantes, que me cuentan que Mehldau no tiene intención de abandonar la música clásica y seguir compaginándola con el jazz y tras sus experiencias musicales con la soprano Renée Fleming tiene ahora en proyecto varios conciertos con el tenor Ian Bostridge, con quien está preparando un ciclo con temas de Robert Schumann y otros compuestos por el propio Brad Mehldau. Un ciclo de conciertos que tienen previsto celebrar a lo largo de 2019 en distintos lugares, de los que ya están programados los primeros en algunas ciudades europeas. Ese es uno de sus proyectos, porque también está trabajando en nuevos temas para estrenar en un concierto antes de final de año y que seguramente cristalizará en un nuevo disco y continuará con sus actuaciones a piano solo y con su trío, con temas ya conocidos y otros inéditos. Y así, con su trío, es como he visto yo por primera vez en directo a Brad Mehldau hace bien pocos días. Siempre que es posible (alguna excepción ha habido en este blog) prefiero escribir sobre lo que he visto en directo. Pero antes de hablar de ese concierto, una breve introducción sobre el festival y lugar en que se celebró.
El número de festivales y eventos musicales en directo que se celebran en el mundo es, afortunadamente, muy elevado. El Ayuntamiento de la ciudad de Madrid inició en los años ochenta del pasado siglo la organización y programación de un conjunto de actividades culturales (música, danza, teatro, cine, deportes,...) que denominó "Los Veranos de la Villa", a celebrar durante los meses de julio y agosto. En estos eventos han colaborado diferentes promotores y patrocinadores y uno de los que mayor peso ha tenido en la programación de las actividades musicales ha sido el promotor valenciano Julio Martí. Pues bien, un pequeño desencuentro de Martí con los responsables del ayuntamiento madrileño en 2014-2015 hizo que Martí se retirara de dicha organización. Pero como su experiencia como promotor musical es muy amplia al igual que sus contactos con músicos y representantes, decidió acometer un proyecto que hasta la fecha está dando muy buenos resultados. Junto con otras dos empresas, Planet Events e Icon Music, se puso en contacto con la Universidad Complutense de Madrid para que les cediera un espacio en el que organizar una serie de conciertos al aire libre en verano. Así es como nació Noches del Botánico (https://www.nochesdelbotanico.com/), que durante más de un mes -desde finales de junio a finales de julio- ofrece una serie de conciertos en un marco espectacular como es el Real Jardín Botánico de Alfonso XIII de la Universidad Complutense. La primera edición de este evento fue en 2016 y en sus tres ediciones ha sido muy alta la categoría de los músicos que han desfilado por él. Este año 2018 se inauguró el 21 de junio con Elvis Costello y Seu Jorge y lo clausura Norah Jones el 29 de julio. Aunque predomina el jazz, no es sólo este género el que puede escucharse en estas noches veraniegas en Madrid. Y ahí, en las Noches del Botánico, fue donde vi a Brad Mehldau el 9 de julio.
Brad Mehldau Trio en Noches del Botánico (9 julio 2018)
Y empezó el concierto. Con algo de retraso sobre el horario anunciado de las 9 pm, porque en España la puntualidad sigue siendo una asignatura pendiente. Y en este caso no por culpa de los músicos ni de los responsables de la organización, que en un par de ocasiones anunciaron el inminente comienzo, sino porque muchos de los espectadores, que al final llenamos el recinto, seguían entrando y pertrechándose de sus bebidas antes de ocupar sus localidades. No sé, quizá algún día se mejore en esto. Un escenario muy bien montado y un excelente sonido, pese a ser un concierto al aire libre, fueron el marco en que pudimos escuchar durante más de una hora a un soberbio trío, uno de los mejores de la actualidad, liderado por Brad Mehldau. La noche fue compartida ─luego diré con quien─ (dos en uno) y pese a que las dos partes del concierto fueron magníficas, como lo son sus protagonistas, no estoy muy seguro de que fuera la mejor combinación para los aficionados a esta música. Porque además nos privó de un más extenso deleite de ambos protagonistas.
Brad Mehldau Trio en Noches del Botánico (9 julio 2018)
Desde las primeras notas, tan claras y tan limpias, que salieron del piano de Mehldau, nos dispusimos, ya en absoluto silencio, a disfrutar de un concierto para recordar. Mehldau tiró de repertorio y pese a que no era muy extenso el concierto, hubo de todo. Desde algún tema inédito a otros más clásicos y también de sus últimos discos. No hay pianista de jazz que no sea admirador de Thelonious Monk y de éste nos ofreció uno de sus temas más famosos, Round Midnight, que ha tocado en numerosas ocasiones pero que creo que no lo ha incluido en ninguno de sus discos. Puede ser que tocarlo sea como homenaje a Monk y no grabarlo como signo de respeto hacia él. Mehldau es tan buen intérprete como compositor, algunos de sus álbumes están integrados exclusivamente por composiciones suyas y de uno de ellos, Highway Rider, posiblemente el más vanguardista, grabado en 2010, pudimos escuchar el tema Into de City, para pasar del jazz más tradicional al más contemporáneo. Bien. He escuchado varios de los discos de Brad Mehldau, pero nunca le había visto en directo y bien que mereció la pena asistir. Un pianista con una técnica muy depurada y un sonido muy nítido. Extraordinarios Mehldau y su trío (y un poquito corto el tiempo).
Y ahora toca decir con quién compartió Mehldau esa Noche del Botánico, ese concierto doble, porque después de Brad Mehldau Trio hubo otra actuación, también de algo más de una hora, en la que pudimos admirar a Cecile McLorin Salvant y escuchar su voz prodigiosa. Como decía Moustache, el polifacético camarero de Irma la dulce, “pero esa, es otra historia”.