10/09/2019
Bogui Jazz Club. Un cierre doloroso
- ¿Vas a escribir un post sobre el Bogui, ahora que ha cerrado? En un blog que se llama Jazz actual escribir sobre algo que ya no existe ¿no es una contradicción?
- Ya, pero es que allí he pasado muy buenos momentos y he visto y conocido a mucha gente interesante. Además, ha cerrado hace pocos días, su última programación fue el 31 de agosto, hace 10 días apenas. Imagina que lo hubiera escrito hace un par de semanas, entonces sí valdría ¿no? y aún tengo la esperanza de que alguien lo reflote; en su web han puesto Bogui Jazz Club llegó al final de su actividad en la actual ubicación el pasado 31 de agosto.
- Bueno, allá tú.
- Pues eso, allá yo.
Y me pongo a ello. Breve reseña del cierre de Bogui Jazz.
En el número 29 de la calle del Barquillo de Madrid, esquina con la de Piamonte, a finales de los 80 y principio de los 90 del siglo pasado, hubo un restaurante, Casablanca, que luego dio paso a un local de música hip hop, que se llamó Kingston's, para convertirse en julio de 2005 en Bogui Jazz, un club que ha sido referencia del jazz en directo durante los 14 años de su existencia. Todos estos locales, Casablanca, Kingston's y Bogui, gerenciados por Dick Angstadt, un intrépido panameño enormemente conocedor de esta música y enamorado de ella. Bogui ha sido referencia del jazz en directo y uno de los mejores clubs de jazz no solo de Madrid o España, sino de todo el mundo. Y esto lo demuestra el hecho de que la prestigiosa revista Downbeat, en su número de febrero 2018, lo incluyera en la relación que elaboró de los mejores locales de jazz del mundo.
Escenario de Bogui Jazz
Algo más de tres años después de su apertura como club de jazz, el Ayuntamiento de Madrid clausuró el local debido a las quejas de algunos vecinos. Tras las reformas necesarias para mejorar la insonorización, con el apoyo y recogida de firmas de muchos ciudadanos y después de un burocrático papeleo para obtener los permisos correspondientes, Bogui reabrió sus puertas a principio del año 2011. Dos años cerrado, pero no es fácil vencer la obstinación de este panameño, que el pasado mes de agosto de 2018 acometió de nuevo una reforma del local para mejorar aún más la insonorización, lo que supuso una reducción de su aforo, que no supera las 130 personas (50 sentados más unas 80 de pie).
Una vista de Bogui Jazz (fotografía de Borja Suárez)
Ahora, Dick Angstadt ha decidido poner punto final a esta trayectoria. A Dick se le podía ver en el Bogui cada noche o tarde en que había concierto, no faltaba nunca, salvo aquellas ausencias motivadas por problemas de salud o porque el concierto coincidiera con un partido importante de su querido Atleti, otra de sus pasiones. Dick ya ha cumplido 82 años y le parece que tiene algo abandonado a su entorno familiar, esposa, hijos y nietos, a los que quiere dedicar más tiempo. Por cierto, que la esposa de Dick, Nobuko, ha sido un pilar fundamental en la trayectoria de esta sala. Esa, la de tener más tiempo para dedicar a la familia,. es una de las causas del cierre. Pero también supongo que mantener una sala como Bogui, de escaso aforo y con el nivel de los músicos que contrata debe de ser bastante complicado.
Durante los años de su existencia, Bogui ha sido una de las salas madrileñas que mejor programación de jazz ha ofrecido. Por su escenario han pasado los mejores músicos de jazz internacionales. No voy a mencionar a ninguno porque son cientos, si no miles, y siempre me faltaría alguno, pero Bogui se ha ganado a pulso la consideración de ser uno de los mejores clubs de jazz del mundo. Yo compraba las entradas y hacía la reserva siempre con antelación porque era habitual ver el cartel de sold out días antes de cada concierto. Entre su público era frecuente ver a músicos que acudían allí para ver las actuaciones. Y por supuesto, en muchas ocasiones a Cifu, que consideraba a Bogui como su segunda casa. Tras su fallecimiento en marzo de 2015, Bogui premiaría esa fidelidad programando conciertos de homenaje a Cifu anualmente.
Actuaciones en Bogui Jazz (fotografías de Borja Suárez)
Yo soy muy de club de jazz (creo que ya lo he dicho en algún otro artículo), me gustan estos locales por el ambiente que se respira en ellos. Y también de la música en directo (eso sí que lo he repetido muchísimas veces). Así que siempre que puedo me escapo a uno de estos clubs a escuchar y ver música en directo. No sólo en Madrid, donde vivo, sino en las ciudades que visito y puedo asegurar que Bogui es uno de los clubs de jazz en los que me he sentido más a gusto. En Madrid todavía quedan otros, además también se está programando jazz en locales no habituales (cuidado con la calidad del sonido, porque no todos los espacios valen). Echaré de menos Bogui, pero seguiré asistiendo a estos locales. ¿Y eso de "... llegó al final de su actividad en la actual ubicación ..."? Alguien lo tendría que aclarar.