20/10/2021
Melissa Aldana
Hace ya varios años que Melissa Aldana está entre la élite del saxo tenor en el mundo del jazz. Nacida en Santiago de Chile en 1988, hija y nieta de saxofonistas, fue su padre, Marcos Aldana, quien la inició en el saxofón cuando Melissa tenía seis años (cuántos grandes instrumentistas han empezado a esa edad o incluso antes; de nuevo la importancia de los inicios tempranos). Comenzó tocando el saxo alto y se pasó al tenor siendo aún adolescente, empezando a tocar en clubs de Santiago. En 2005 participó en el festival de jazz de Panamá y se trasladó a Estados Unidos para continuar con sus estudios musicales, ya en el Berklee College of Music en Boston, graduándose en el año 2009. Luego se trasladó a Nueva York, iniciando una carrera que la ha llevado a ser una de las saxofonistas de mayor éxito en el jazz actual. Con 24 años (en 2013) ganó el Concurso Internacional de Saxofón de Jazz Thelonious Monk. Su primer disco, Free Fall, lo grabó en 2010 y el hasta ahora último, Visions, que hace el quinto suyo, en 2019. Este año 2021 ha firmado contrato con Blue Note, sello con el que grabará su próximo disco, anunciado para principio de 2022. Son varios los saxofonistas en los que se ha fijado, pero en alguna entrevista la he oído decir que Sonny Rollins y Mark Turner son dos de los que mayor influencia han tenido en su música. Ahora, a sus 33 años, Melissa ya está considerada como referente del saxo tenor y una excelente compositora.
Melissa Aldana (de su disco Melissa Aldana & Crash Trio)
He oído hablar tanto de Melissa Aldana que hace ya tiempo que me propuse profundizar en el conocimiento de su música viendo sus vídeos y escuchando sus discos mientras esperaba que se me presentara la ocasión de verla en directo. Melissa Aldana es bastante habitual de las giras, aunque en este último año las limitaciones han supuesto un parón en todas ellas. Me he detenido principalmente en su último disco editado, Visions, una suite inspirada en la pintura de Frida Kahlo, de quien Melissa se declara admiradora. Visions contiene once temas, de los que nueve de ellos son composiciones de la propia Melissa Aldana, y la cubierta del disco es obra de una de sus amigas, una extraordinaria cantante de la que soy un profundo admirador, Cécile McLorin Salvant, a la que he visto en un par de conciertos. Fueron compañeras en el grupo femenino Artemis y con Cécile colaboró en uno de los temas de su disco The Window, el único tema (The Peacocks) en el que hay un segundo instrumento (el saxo tenor de Melissa), además del piano.
Se habla mucho de la evolución del jazz, comparando el actual con el que se hacía en épocas anteriores y hay opiniones de todo tipo. No me interesa mucho ese debate, ha habido, hay y habrá música buena y mala (o menos buena), pero evolucionar es imparable, además de necesario, en todos los ámbitos de la vida y así debe de ser. Me gusta seguir escuchando las composiciones y a los intérpretes de las décadas más exitosas del jazz, como también los temas de nuevos compositores y ya opinaremos cada uno sobre lo que nos gusta y lo que no. En este sentido, Melissa Aldana es una de las compositoras e intérpretes que hace un jazz más actual sin que haya renunciado a los aspectos más tradicionales de esa música, quizá porque le venía de familia. Pues bien, un ejemplo claro de esto es el disco Visions al que me he referido antes. Sólo uno (Never Let Me Go) de los once temas del disco no es una composición actual, y en ese disco Melissa Aldana demuestra su capacidad como compositora e intérprete. Enormemente disciplinada -también eso le viene de sus progenitores, aunque ahora esté algo alejada de ellos-, Melissa Aldana dedica cinco o seis horas al día a tocar el saxofón y alguna más al piano y al estudio.
En este disco, Visions, acompañan a Melissa Aldana Sam Harris (piano), Pablo Menares (bajo), Joel Ross (vibráfono) y Tommy Crane (batería). Es el segundo disco en el que incorpora un piano, hasta ahora sólo lo había hecho en el primero de ellos, los otros tres discos y muchos de sus conciertos han sido con la formación de trío, saxo, contrabajo y batería (aunque en su segundo disco incorporó al trompetista Gordon Au en algunos temas), y parece que en Harris ha encontrado al pianista que andaba buscando para futuras grabaciones. Toda la paleta de colores de Frida Kahlo y todos los temas que están en su obra, la belleza, el amor, la pasión, la soledad, el sufrimiento, la muerte, es lo que quiere trasladar Melissa a su música y lo logra con unas composiciones variadas y con la sonoridad que ya la caracteriza. El disco comienza con el tema que le da título, en el que Melissa, con el apoyo del piano de Sam Harris, presenta las sensaciones que le provocan la obra de la pintora, con solos de saxo rápidos y llenos de colorido, como también en Elsewhere, que le valió la nominación como “mejor solo de jazz improvisado” en los Grammy de 2020. El vibráfono de Joel Ross está presente en varios de los temas, sobre todo en The Search y El Castillo de Velenje. Pero yo destacaría sobre todos los temas del disco -y esta es evidentemente una opinión personal- La Madrina, una bonita y sugerente melodía para una historia sobre ofrecimientos y disyuntivas.
Lo que sobre todo yo deseaba era ver a Melissa Aldana en directo y se me presentó la ocasión cuando me enteré de que en su gira europea de este año iba a actuar dos días en la Sala Clamores de Madrid. Así que en cuanto lo supe adquirí una entrada para uno de los días y allí fui, el 19 de octubre de 2021, para ver a Melissa Aldana, en este caso con la formación de cuarteto, acompañada por Mike Moreno (guitarra), Pablo Menares (contrabajo) y Kush Abadey (batería), tres excelentes músicos. En el último año he asistido a algunos conciertos, no demasiados para lo que era habitual en mí, pero han sido en otra clase de espacios. Llevaba casi dos años sin pisar un club de jazz (la pandemia es la culpable) y mi reencuentro con el club no podía tener unos mejores protagonistas que Melissa Aldana y el trío de músicos que la acompañaron esa noche.
Melissa Aldana Quartet en Sala Clamores (Madrid, 19 octubre 2021)
Algo más que una magnífica saxofonista, Melissa Aldana se ha convertido en una líder de banda. En formato de trío, cuarteto o quinteto su dominio de la situación es fácilmente perceptible. Su manera de tocar el saxo, con tonos breves y cambios de timbre rápidos que acompaña con movimientos e impulsos corporales forman parte de su identidad y personalidad musical. En el concierto de Clamores nos brindó unos solos magistrales (ahora también entra en el terreno de la enseñanza y en el Festival de Jazz de Barcelona tiene previsto dar una clase magistral, además de un concierto), pero no fueron únicamente los solos de Melissa, también los hubo del resto de la banda y principalmente de Mike Moreno.
Melissa Aldana en Sala Clamores (Madrid, 19 octubre 2021)
El concierto comenzó con un tema que me dejó un tanto sorprendido porque me pareció que el grupo aún no había calentado motores. Es mi impresión de aficionado, que no de crítico, que no lo soy ni pretendo serlo. A partir de ahí el concierto fue a más hasta finalizar con uno de los temas más escuchados de su último disco, Elsewhere, y por supuesto que se cumplieron con creces las expectativas (y las ganas) que tenía yo de ver en directo a Melissa Aldana. Creo que una de las saxofonistas tenor con mayor proyección de la actualidad.
Melissa Aldana en Sala Clamores (Madrid, 19 octubre 2021)
Melissa continúa con su gira europea de este otoño, que finalizará el 20 de noviembre en la ciudad portuguesa de Guimarães. Después regreso a Nueva York y supongo que también a sus clases en el New England Conservatory, institución a la que Melissa se incorporó este año como profesora de saxofón.
Ya estamos impacientes por conocer el nuevo trabajo discográfico de Melissa, que será con el sello Blue Note y que se anuncia para el primer trimestre de 2022. No hay mucha información sobre ello, pero estoy seguro de que ambos, Blue Note y Melissa Aldana, saben lo que han hecho firmando ese contrato.