8/07/2023
Joshua Edelman y el Jazz Cultural Theatre de Bilbao
Uno de los grandes pianistas y compositores de jazz que en su faceta de formador ha contribuido de manera indiscutible a mantener viva la llama del bebop, Barry Harris, abrió en 1982 un centro de enseñanza e investigación de jazz en Nueva York, el Jazz Cultural Theatre. Treinta años más tarde, en 2012, un alumno de aquel centro fundó otro similar y con el mismo nombre en Bilbao, el Jazz Cultural Theatre. Hablo de Joshua Edelman, excelente músico nacido en Manhattan, donde vivió hasta los 25 años, y que desde 1980 reside en España; un primer año dando clases en Liria y luego en Valencia hasta su traslado a Madrid en 1986. Desde 2010 reside en Bilbao. Barry Harris falleció en diciembre de 2021, pocos días antes de que hubiera cumplido 92 años, pero la herencia musical que nos ha dejado es enorme y uno de los músicos que prolonga el legado de Harris es Joshua Edelman. Entre ambos se forjó una gran amistad que ha durado hasta que Harris nos dejó. Harris llegó a Madrid por primera vez en 1986 a impartir clases en los Seminarios Internacionales de Jazz del Taller de Músicos de Madrid y al mismo tiempo dar unos conciertos en Café Central. Desde entonces Joshua Edelman siempre lo acompañó en sus actuaciones en España.
Barry Harris y Joshua Edelman (fotografía de Cristina Santolaria)
Sin que hubiera músicos entre sus antecedentes familiares, únicamente un tío abuelo un famoso letrista (Yip Harburg) y su madre pianista aficionada, Joshua Edelman comenzó a tomar clases de piano a los siete años en Nueva York. Sus padres no eran músicos, ambos eran arquitectos y amantes de cualquier manifestación artística, y ese ambiente familiar pudo influir para que Joshua Edelman abrazara otra de las ramas del arte como es la música. Pasó toda su infancia, adolescencia y primera juventud en Nueva York, una de las ciudades donde el jazz está más presente. Eran los años 50 y 60 del siglo pasado y en los clubs era frecuente ver a los mejores músicos de jazz de la época. Entre los músicos a los que se escuchaba regularmente en los locales de la ciudad estaban Thelonious Monk, Charles Mingus, Horace Silver, McCoy Tyner, Sonny Rollins, Freddie Hubbard, Herbie Hancock, Rahsaan Roland Kirk, Art Blakey y muchos más. En 1976 comenzó a tocar en bandas de jazz en Nueva York, pero todo esto lo detalla muy bien Joshua Edelman en su web (https://jazzculturalbilbao.com/joshua-edelman/), así que no voy a añadir más sobre su biografía centrada en aquellos años. Fue poco después de su llegada a España (1980), y más exactamente a Madrid (1986), cuando yo empecé a saber de él y de su obra.
Eran unos años en los que en España había una fuerte acción cultural y aunque el jazz no fuera la música más demandada (tampoco lo es ahora) existían varios locales en los que escuchar jazz. Cuando Edelman llegó a Madrid aún permanecía abierto el legendario Whisky Jazz Club, el Johnny era un auténtico centro de reunión de jazzeros, acababa de cerrar el Balboa Jazz, pero en esa década abrieron sus puertas algunas salas que aún hoy permanecen ofreciendo buen jazz, Clamores, Café Central, Café El Despertar. Desde su llegada a Madrid, Joshua Edelman se convirtió en habitual en las programaciones de esos clubs y de otros que abrieron más tarde.
Edelman es un pianista absolutamente comprometido con la formación de intérpretes y con el mantenimiento de ese estilo, bebop, que aprendió de sus maestros. Un estilo que se caracteriza principalmente por un fraseo rápido y corto, una mayor utilización de los solos instrumentales improvisando sobre la melodía principal y un mayor protagonismo de la sección rítmica. Ese es el estilo de jazz que nos ofrece Joshua Edelman, que simultanea la dirección de su Centro de Enseñanza, Investigación y Difusión del jazz, con actuaciones en directo y grabaciones de discos. Son diez los discos que ha grabado hasta el momento. El primero de ellos, Daylight, en 1995 y el último, My Greenwich Village Stories, en 2022. Discos que desde 2013 ha editado el sello discográfico que creó ese año Cristina Santolaria (su esposa, periodista y gestora cultural), Jazz Basque Country Productions. En los últimos años he visto a Joshua Edelman varias veces tocando en Madrid, en Bogui (ya desaparecido) y en Café Central y lo considero como uno de los grandes pianistas que hay en España y no hay duda de que el plantel actual es excelente.
Joshua Edelman en Café Central, Madrid
Joshua Edelman no olvida las raíces populares del jazz y la vocación integradora de una música que nació y se ha extendido por el mundo para tender puentes y conectar personas, países y culturas, incorporando diversas tradiciones. Así lo entiende y con esa perspectiva ha desarrollado toda su carrera y así lo ha demostrado en varios de sus discos; Conexiones, Fusión de Almas, Calle del Rosario o Manhattan Bilbao Jazz-Zubia son un claro ejemplo del espíritu integrador del jazz como lo entiende Edelman. Conexión, ese es el término que utiliza Joshua Edelman para describir lo que representa el jazz para él y así lo ha puesto de manifiesto en sus muchas actuaciones con músicos latinos o colaborando en la promoción de grupos de folclore vasco, como ha hecho últimamente con el grupo de Xabi Arakama, con quienes ha tocado en el Summer Jazz Festival de Cracovia en los primeros días del mes de julio de este año 2023.
Jazz Cultural Theatre
En una de las ocasiones en que asistí a un concierto de Joshua Edelman hablé con él y le expuse mi interés en escribir sobre su música y el Jazz Cultural Theatre. Yo vivo en Madrid, Joshua en Bilbao y no es fácil coordinar agendas, pero al final, tras varias conversaciones, conseguimos fijar una fecha para vernos en Bilbao, aprovechando que yo iba a estar un par de días en el Festival de Jazz de Vitoria de este año 2023. Le agradezco la facilidad que me brindó para poder vernos.
En mi opinión, los centros de enseñanza musical para niños y adolescentes tienen un papel crucial en la formación de las personas. No se trata únicamente de aprender música o a tocar un instrumento, sino que la música forma parte de las humanidades, que en su sentido más amplio incluyen los estudios de arte. Ya escribí sobre la importancia que para mí tienen estos centros de formación en un artículo sobre la San Andreu Jazz Band que dirige Joan Chamorro. Ahora he visitado el Centro que fundaron en Bilbao Joshua Edelman y Cristina Santolaria y me reafirmo en la importancia que tienen esta clase de instituciones. Un lugar para la Enseñanza, la Investigación y la Difusión del Jazz, como ellos dos lo definen.
Jazz Cultural Theatre de Bilbao
Pero en este centro los alumnos no son sólo niños y adolescentes, como en la SAJB, aunque sí lo sean la mayoría, sino que sus edades van desde los 5 años hasta algunos con más de 70. Actualmente el número de alumnos se aproxima a los 100, repartidos entre clases individuales y grupales y las diferentes disciplinas que imparte el centro: improvisación, combos, jazz vocal e instrumentos. En algunos casos, cursos enfocados a la preparación para las pruebas de acceso a la enseñanza superior de jazz. El Centro que dirigen Joshua Edelman y Cristina Santolaria difiere de las escuelas tradicionales de música; Joshua y Cristina han querido seguir la línea y el método de enseñanza que instauró Barry Harris en su centro neoyorquino y que continuó utilizando en toda su trayectoria como pedagogo de jazz. Un método basado en los fundamentos de la música, la creatividad, la improvisación y el trabajo en equipo.
Joshua Edelman en el Jazz Cultural Theatre (fotografía cedida por J. E.)
Joshua Edelman ha dedicado toda su vida a la música, muy especialmente al jazz, y sin olvidar su Nueva York natal (no hay más que ver la foto anterior) está comprometido con la enseñanza, investigación y difusión del jazz desde Bilbao a todos los lugares donde él y su música alcancen.