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Jazz actual

Jazz actual (64)

Domingo 18 de Septiembre de 2011 22:38

Larry Martin Band

por Leopoldo Simó

18/09/2011

Larry Martin Band 

  

LMB 

 

Larry Martin Band (LMB) es un grupo de Jazz & Blues totalmente consolidado en el panorama musical español. Llevan 24 años tocando (el grupo se creó a finales de 1987) y siempre con la misma composición instrumental, en la que predomina la sección rítmica. Actualmente lo forman Larry Martin (líder del grupo y batería), Domingo Sánchez (piano), Enrique García (guitarra), Richie Ferrer (contrabajo) y Sheila Blanco (vocalista), que se ha incorporado al grupo a principios de 2011 sustituyendo a la anterior cantante Yoio Cuesta. 

Larry Martin y Enrique García son miembros fundadores del grupo, pero por éste han pasado músicos como Moises P. Sánchez (pianista sobre el que ya escribí un artículo en este blog), Tony García, José Luis Yagüe, Mariano Diaz, Rafael Quesada o Pablo Gutiérrez y cantantes como la citada Yoio Cuesta, Lourdes del Pino, María Caneda, Carmen Terrón o Doris Cales.

 

Su líder, Larry Martin, es un batería (o baterista) que comenzó a tocar en grupos de pop y rock, pasó al jazz, estuvo tocando en una orquesta durante un par de años (1974-75) por distintos países de África y empezó a ser verdaderamente conocido cuando se unió a los guitarristas Andrés Olaegui y Luis Cobo “Manglis” para crear el grupo Guadalquivir en el año 1978. Eran los años de mayor éxito del rock andaluz y el jazz-rock, con grupos como Triana, Imán o Medina Azahara. Con Guadalquivir grabó tres discos y estuvo hasta el año 1984. En ese mismo año comenzó a trabajar en la ópera-rock Jesucristo Superstar, junto a Pablo Abraira y Pedro Ruy-Blas, con quien ha actuado en numerosas ocasiones, y es por entonces cuando empieza a madurar su proyecto de crear su propia banda, lo que hizo en 1987. Y hasta hoy.

 

La propuesta musical de Larry Martin Band se encuadra dentro del jazz & blues vocal, con temas propios y arreglos de algunos de los temas más conocidos e inolvidables que interpretaron cantantes como Billie Holiday, Ella Fitzgerald, Sarah Vaughan, Stevie Wonder y otros. Temas a los que Sheila Blanco da un toque personal con su prodigiosa voz y su dominio de la escena. He visto en alguna ocasión a la banda con su anterior cantante, Yoio Cuesta, que me parece excelente, no sólo por su voz, sino por su manera de interpretar. Yoio provenía de la danza y del teatro y eso, unido a su voz, le proporciona una gran presencia escénica. Pero una vez que dejó el grupo, creo que ha sido un verdadero acierto la incorporación de Sheila, que se adapta perfectamente al estilo que siempre ha tenido la banda, y a la que aporta el suyo propio.

 

Fui a ver a Larry Martin Band hace unos días al Café Jazz Populart de Madrid con unos amigos que, como yo, son amantes de la música y la noche, y ese mismo día tuve la oportunidad de hablar con Larry durante cerca de una hora. Tiempo en el que estuvimos repasando no sólo su trayectoria y la del grupo, sino también la situación actual del jazz. Hablamos de sus inicios en el pop-rock, de su gira africana que le supuso una experiencia musicalmente muy enriquecedora, de sus actuaciones junto a Pedro Ruy-Blas, a quien tiene en gran estima. Hicimos un repaso de la situación actual de los clubs de jazz en su ciudad, Madrid, asunto sobre el que coincidimos bastante. Hay numerosos clubs de jazz en Madrid, pero últimamente hay una tendencia a que sus programaciones no se dediquen exclusivamente al jazz, incluyendo otros estilos. Algo que evidentemente no puede parecerme mal, son muy dueños de hacerlo (faltaría más), pero algunos de estos clubs mantienen la palabra “jazz” en su nombre cuando esta música no representa más del 20 ó 30% de su programación. No es el caso del Populart, que dedica toda su programación al jazz. Creo que en una ciudad de cuatro millones de habitantes hay suficientes aficionados al jazz como para llenarlos todos diariamente.

 

Larry me habló de que están preparando un nuevo disco, hasta ahora han editado cinco, en el que intercalarán composiciones propias con temas tradicionales. Y de lo que para él representa el directo, “el directo, eso es lo que me tiene atrapado del jazz. Saber que cada día es distinto, que cada actuación es diferente de la anterior”. “Disfruto lo mismo en un club de jazz que en un auditorio, pero necesito el directo”.

 

Y me habló de los componentes de su banda, con los que se siente muy a gusto. Enrique García es su mano derecha, se incorporó al grupo pocos meses después de su creación. Larry lo define como un compendio de “sensibilidad y sabiduría”. Domingo Sánchez es un magnífico pianista, compositor y arreglista. Empezó a tocar el piano de niño y ha recibido numerosos premios. Richie Ferrer es uno de los mejores contrabajistas españoles, ha tocado con músicos internacionales y últimamente colabora también con Pedro Iturralde. Sheila Blanco es la última incorporación de la banda. Joven cantante salmantina de excelente voz, de gran proyección y enormes posibilidades y que aporta frescura al grupo.

 

En un Populart totalmente lleno pudimos asistir a una actuación magnífica de LMB, en la que fueron alternando temas propios con otros de los compositores más conocidos.  

 Concierto LMB

Interpretaron baladas como Everything must change, Brother can you spare a dime (magnífica versión) o la conocidísima Let’s do it de Cole Porter y otros temas más rítmicos entre los que destacar Fascinating rhythm, de George & Ira Gershwin, una particularísima versión de Alright, Okay, you win o How high the moon/ornithology que figura en su disco Here’s to life. Y temas propios compuestos por Enrique García, Richie Ferrer y Larry Martin.

 

En una época en que nos están bombardeando continuamente con noticias sobre la prima de riesgo (ha subido, ha bajado), la deuda soberana (tiene tela el eufemismo) y las agencias de calificación (incalificables), se agradece sobremanera desconectar de ese mundo tenebroso de especuladores y disfrutar con la música de LMB.

 

Santo Tomás definió la belleza como “id quod visum placet” (lo que agrada a la vista). No seré yo quien corrija al santo, pero sí interpreto que por extensión se refería a todos los sentidos (id quod sensus placet). Pues eso, momentos de belleza musical es lo que nos proporciona LMB.  Os lo recomiendo.

 

 

 

Domingo 19 de Junio de 2011 23:36

Entrevista a Laura Simó

por Leopoldo Simó

19/06/2011

  

Entrevista a Laura Simó

 

 

 

Laura Simó

  

Laura Simó es una de mis cantantes preferidas, porque está muy preparada técnicamente, es expresiva y tiene sensibilidad y feeling”. No son palabras mías (aunque sí las suscribo), son palabras dichas por Tete Montoliu, en una entrevista publicada en 1996, con quien Laura Simó estuvo cantando tres años seguidos. Y lo que dice Tete Montoliu tiene mucha importancia para mí.

 

Laura Simó (que aun teniendo el mismo apellido que este "bloguero" no tiene lazos familiares con él, o al menos ninguno de los dos los conocemos) es una de las cantantes españolas de jazz de mayor prestigio y reconocimiento. Y se lo ganado y lleva demostrando su calidad desde sus inicios en el grupo Pianogrosso, con el que grabó su primer disco, “Bliss”, en el año 1987 en su Barcelona natal. Su trayectoria está repleta de éxitos y actuaciones en los mejores clubs de jazz y auditorios y con los mejores músicos. Pero como es habitual en esta serie de breves artículos, no se trata de contar su biografía y su carrera musical; ya hay en Internet y en otros medios muchas páginas en las que aparecen estos datos. Y yo no los voy a repetir aquí. Además, qué mejor que acceder a ellos en la web oficial de Laura (http://www.laurasimo.com/).

 

Lo que pretendo es hablar de su enorme calidad musical, de su voz cálida, clara, limpia y sensual, de sus magníficas dotes como intérprete, de su perfecta dicción en varios idiomas, de su extraordinario sentido de armonía, melodía y ritmo, de su saber estar, de su estilo, que, aún siendo propio, a veces nos recuerda a una de las grandes, Carmen McRae, de que Laura está en lo mejor de su carrera, que lo demuestra cada día que actúa y que hemos podido constatar en su última actuación en Madrid el pasado día 16 de junio.

 

 

El concierto 

 

Actuó Laura en Madrid cerrando el ciclo de conciertos AIEnRUTa-Jazz organizado por la Sociedad de Artistas AIE y la Universidad Complutense de Madrid. Un escenario magnífico, los jardines del Museo del Traje, un tiempo espléndido (que ya había predicho AEMet) y un buen sonido, pese a celebrarse el concierto al aire libre, contribuyeron a que fuera un éxito. Desde aquí mi reconocimiento y agradecimiento para este tipo de iniciativas.

 

Acompañaron a Laura Francesc Capella al piano, Guillermo Prats al contrabajo y David Simó con la batería.

 

Empezó el concierto, a las nueve de la tarde/noche con un tema de Gino Vanelli, None so beautiful, y desde el inicio ya se notó que Laura Simó y sus músicos iban a hacernos disfrutar. Nos dijo que era amante del cine (tiene dos discos dedicados al séptimo arte), e interpretó varios temas de películas, That old black magic, My favourites things y Evergreen. Hizo subir al escenario a Pepe Sotorres, flauta solista que ha tocado con la ONE, y con él interpretó un precioso tema de James Taylor, Don’t let me be lonely tonight. Supo alternar baladas melódicas con temas más rítmicos como Steppin’ out, Walk between raindrops, o If I were a bell, y a mí ya me ganó del todo (si no lo había hecho aún) cuando cantó un tema de uno de mis compositores preferidos, George Gershwin (no podía faltar) y letra de Ira Gershwin, Our love is here to stay, que comienza con el lucimiento al contrabajo de Guillermo (quizá un poco bajo su sonido o quizá fue esa la impresión al ser en espacio abierto) y en el que también se lucen Francesc y David. Y emotivo fue el momento en que dedicó una canción a Montse, la viuda de Tete Montliu. Una canción que había interpretado con él muchas veces, A time for love. Una preciosa melodía en la que Laura y Francesc demostraron su dominio interpretativo. En España ha habido y hay muy buenos pianistas y desde luego Francesc Capella está a la altura de los mejores.

 

Tampoco podía faltar algún tema de Cole Porter, y cantó All of you. Y de Cyndi Lauper, Time alter time, una canción muy versionada. Y allí estaba Pedro Ruy-Blas, a quien Laura definió como el mejor cantante español del momento, que subió al escenario para cantar a dúo dos temas, Here’s to life, de A. Butler y P. Molinary, y Kissing a fool, de George Michael.

 

En total 14 temas magistralmente interpretados que a los allí asistentes nos supieron a poco y que hizo que, entre aplausos y gritos de ¡bravo! y ¡guapa! Laura y sus músicos volvieran al escenario para obsequiarnos con dos propinas: Dindi y Louisiana Sunday afternoon.

 

Concierto Laura Simó

Tres momentos del concierto. Fotografías de Mariano Gutiérrez (gracias)

 

La entrevista

 

Cuando supe que Laura Simó iba a actuar en Madrid, me puse en contacto con ella para solicitarle una entrevista y Laura, que además de ser una excelente cantante es una persona encantadora, no tuvo inconveniente en concedérmela. Aquí están las doce preguntas que le hice y las respuestas de Laura Simó.

 

Empezaste como cantante pop ¿cómo y cuándo se produjo el cambio al jazz?

Empecé cantando temas que había oído en casa. Temas de Billy Joel, Barbra Streissand, Sinatra, y otros. Mis primeros pasos como profesional fueron a piano y voz (a veces, con mi hermano David Simó, a la batería, cuando el también empezaba) en la Costa Brava, para público de todas las nacionalidades.

Después del primer vinilo que grabé (Bliss), empezó mi colaboración con los pianistas Lucky Guri y Francesc Burrull, en el mejor piano-bar que ha tenido mi ciudad, Regine’s, donde estuve trabajando durante casi tres años. Ellos empezaron a enseñarme los primeros pasos en este estilo. Corría el año 88’…..

 

¿Qué ha significado y significa la música y el jazz para ti?

El descubrimiento de una forma de escuchar, de dejar correr la imaginación y poder aportar tus sentimientos. Un abanico de incontables posibilidades de expresión. El jazz abre una puerta que creo es fundamental. La del respeto, la sensibilidad, la delicadeza, el amor hacia lo que escuchas. Te da tanto que intentas devolverlo con tus interpretaciones. Es una forma de vida.

 

Pop, funky, baladas, soul, gospel, jazz, ... ¿dónde te sientes más cómoda?

En el primer cd que hice “The Best Is Yet To Come”, le pedí a Tete Montoliu que me escribiera unas palabras. Me definió como  “cantante ecléctica”. Tenía toda la razón. Me gusta la música. Todo tipo de música. Toda la que me hace vibrar y llorar a veces. Ya sean las palabras o una cadencia determinada. Disfruto tanto cantando un tema de Gino Vanelli como uno de Cole Porter.

 

Tus actuaciones han tenido lugar principalmente en Cataluña, aunque has cantado en otras regiones españolas y países. Puede parecer una contradicción preguntar esto precisamente cuando estás actuando fuera de Cataluña, pero ¿no crees que sales poco de tu tierra?

Hombre, me he movido bastante por estos mundos de Dios. Tengo un C.V bastante dilatado en kilómetros. Es verdad que en Cataluña he hecho y hago muchas actuaciones. Agradezco que, cada vez que creamos un proyecto nos lo respalden los medios de comunicación, y nos permitan llevarlo a diferentes escenarios. Uno de los factores que influye desgraciadamente demasiado, para poder salir de casa, es el presupuesto que se requiere para llevar un trabajo a otra ciudad. Nuestro sector está en crisis permanente. Y eso hace caer muchas oportunidades para presentar las cosas que haces. También pienso que hay un apoyo mayoritario a la música que viene de fuera.

 

Has grabado 8 discos ¿predilección por alguno?

Es difícil escoger uno. Todos son “hijos” míos y los quiero por igual. Todos tienen su momento, sus anécdotas, sus sentimientos. Yo he disfrutado por igual grabando a dúo, que con una Big Band.

 

Durante algún tiempo estuviste actuando con Tete Montoliu trío (con Horacio Fumero y Peer Wiboris). ¿Qué recuerdos tienes del gran Tete?

Tete fue un regalo en mi carrera. Una oportunidad que se me brindó. Y me sentí muy afortunada por poder compartir su sabiduría, su sensibilidad, sus enseñanzas y su gran amistad, durante los tres años que estuvimos rodando por el país. Lo llevo siempre dentro de mi corazón.

 

Has tenido tu propia banda, has “estado reunida” con Carme Canela, has cantado con grandes músicos, en los mejores auditorios, has montado tu propio espectáculo, ¿qué te falta?

Quiero seguir disfrutando con lo que hago, y saber que la gente lo disfruta conmigo. Poder seguir creando proyectos, trabajar con músicos, y que la actual situación nos permita estar ahí, subiéndonos a los escenarios, que es la culminación de todo el trabajo que no se ve, que es denso, duro y sacrificado.

 

En 1997 dijiste “Estamos Reunidas puede durar siempre”, tu relación profesional y de amistad con Carme Canela ¿hace presumir que volveréis a reuniros?

Carme Canela es mi mejor amiga y la cantante de jazz que más admiro en nuestro país. Hemos pasado, y pasamos ratos increíbles juntas. Y, desde un principio se fraguó una complicidad muy especial entre nosotras. Por eso llevamos adelante el proyecto “Estamos Reunidas”. El pasado año 2010 se cumplió el 50 aniversario del club Jamboree, el más emblemático de nuestra ciudad. Nosotras nos hicimos en su escenario y en febrero volvimos a subirnos como “Las Reunidas” y fue una inyección de vitalidad, de adrenalina, y de cariño, entre todos los componentes. No descartamos el reunirnos de nuevo delante del público.

 

Temps de pluja es tu último disco y el segundo que has grabado junto a Francesc Burrull con canciones de Serrat. ¿Resulta complicado reinterpretar a Serrat? ¿habéis pensado actuar o grabar juntos?

Serrat es uno de los mejores compositores que ha parido nuestro país. Y yo soy fan desde que era pequeña. Más que fan, yo era de las que se quería casar con el.

Cuando Burrull y yo decidimos hacer una interpretación a piano y voz de sus temas, estuvimos trabajando sus textos, palabra por palabra. Y tejimos una filigrana donde nos vamos comunicando entre el piano y la voz de una manera muy delicada. Creo que Francesc Burrull ha hecho uno de sus mejores trabajos. Una reinvención impecable. Y a mí me permite volar en cada tema. También tengo que decir que es lo más difícil que hecho. Es muy delicado ponerse delante del público e interpretar temas, muchos de los cuales son parte de la vida de toda la gente.

 

Club de jazz (como Jamboree o Clamores) o Auditorio (como el Palau de la Música o el Carnegie Hall)

Los clubs de jazz te permiten estar mucho más cerca de la gente. El contacto es más íntimo y percibes la complicidad. Los escenarios grandes permiten que tu trabajo se conozca a mayor escala.

Cuando estoy en un escenario, grande o menor, si las condiciones son óptimas (luces, sonido, atmósfera) me permiten expresarme de igual manera. Siempre, y esto es lo más importante, sabiendo que los músicos que te acompañan, están ahí, contigo, y te respaldan y te envuelven, y te hacen crecer.

 

No cabe duda que Laura Simó tiene su estilo propio, pero ¿ha habido alguna cantante que te haya influido más?

Tengo que decir que siempre he escuchado más música cantada por hombres que por mujeres. Pero me fascinan intérpretes como Shirley Horn, Carmen McRae o Dianne Reeves.

 

¿Proyectos para 2011-2012?

Sacar al mercado el proyecto que llevamos a los escenarios en 2009, junto a Pedro Ruy-Blas (mi alter ego en este país), Joan Albert Amargós a la dirección, 33 músicos (sexteto, 14 cuerdas y 13 vientos) y la colaboración especial de Carme Canela. Un proyecto que llevamos al Teatro Español (Madrid), al Palau de la Música (Barcelona) y al Carnegie Hall (New York), y la grabación de un nuevo trabajo con Francesc Capella (piano), Guillermo Prats (contrabajo) y David Simó (batería). Este último me hace mucha ilusión. Es un nuevo reto. Y con ellos sé que voy a disfrutar muchísimo. A parte de ser profesionales de primera línea, nos queremos como si fuéramos una familia. Y eso es indispensable para mí.

 

Miércoles 30 de Marzo de 2011 23:44

Pedro Iturralde

por Leopoldo Simó

30/03/2011

Pedro Iturralde

 

  

Pedro Iturralde

Festival Internacional Jazz San Javier 2008. (Copyright: Jazz San Javier)

 

Así a secas. Pedro Iturralde. Con sólo decir su nombre viene a la cabeza media historia del jazz español. Pocos aficionados al jazz dudan de que Tete Montoliu y Pedro Iturralde sean los dos músicos que más han aportado al jazz en España. El primero nos dejó hace ya unos años, en 1997, después de una carrera prodigiosa. Vi a Tete por última vez en 1995 en Café Central, acompañado por Javier Colina. Pero podemos seguir viendo a Pedro Iturralde, al que he escuchado en directo en innumerables ocasiones desde la época en que empecé a frecuentar el Whisky Jazz Club de Madrid a principio de los 70.

 

Pedro Iturralde es el saxofonista español más importante y no resulta exagerado decir que a la altura de los grandes saxofonistas norteamericanos, Charlie Parker, John Coltrane o Stan Getz (ya desaparecidos), de los que ha sido contemporáneo. Pero no es sólo el saxo el instrumento que domina, Pedro Iturralde es igualmente un virtuoso del clarinete, piano y violín. Fue catedrático de saxofón del Real Conservatorio Superior de Música de Madrid hasta su jubilación y ha recibido un gran número de premios y distinciones, entre ellos la Medalla de Oro de las Bellas Artes en 2009.

 

Ha recorrido el mundo entero tocando, aprendiendo (salió de España por primera vez con 18 años) y enseñando jazz y ha tocado con los mejores músicos y los mejores han tocado con él.

 

Además de ser un músico excepcional, tanto en su faceta de intérprete como de compositor, Iturralde es un investigador musical. Ha incorporado al jazz las raíces populares, desde el flamenco, en aquellas actuaciones y grabaciones de los años 60 y 70 junto a Paco de Lucía, hasta la música tradicional griega, pasando por la música popular de muchas de las regiones de España. Muestra de ello es su disco Etnofonías.

 

Pero no se trata aquí de escribir su biografía, sobre la que ya hay muchos textos, ni de relacionar su discografía, sino de constatar que aún sigue en la brecha y que podemos seguir viéndole en directo, que es lo que siempre más le ha gustado a este gran músico, el contacto con el público.

 

He visto a Iturralde hace unos días en Clamores, la sala madrileña que más frecuenta últimamente, y sigue soberbio.

pedro Iturralde Clamores

 Pedro Iturralde en Sala Clamores (Madrid), 18 marzo 2011

 

Estuvo acompañado por Mariano Díaz (piano), Richi Ferrer (contrabajo) y Carlos Carli (batería). Iturralde alternando clarinete y saxo. Empezó el concierto con un repaso a la historia del jazz, interpretando temas de George Gershwin. Continuó con una incursión en la música francesa, con un tema de Edith Piaf y Marguerite Monnot (Hymne à l’amour). Si la canción de Piaf es bellísima, la interpretación fue sublime. Lo mismo puede decirse de la adaptación de un fado de Amalia Rodrigues. En la segunda parte del concierto dio entrada a algunas de sus composiciones incluidas en su disco Etnofonías, como la Balada Galaica, la Suite Helénica o una composición en la que evoca sonidos de su Navarra natal, para seguir con la Nana y la Canción del Fuego Fatuo de Manuel de Falla. Para terminar, volvió a Francia, con la canción de Joseph Kosma y Jacques Prévert Les feuilles mortes (ya un clásico en su repertorio), que Iturralde comenzó cantando. Y como todos deseábamos y solicitamos, hubo propina. Pedro Iturralde solo, al piano, tocando el Zorongo Gitano de García Lorca.

 

En definitiva un concierto en el que Iturralde hizo un recorrido bastante completo de sus composiciones y de sus adaptaciones de temas populares. Pero a mí, con Pedro Iturralde siempre me ha ocurrido lo mismo, me parecen cortas sus actuaciones, no me canso de escucharle y me gustaría que duraran más, más temas. Recuerdo habérselo comentado a él en alguna ocasión en el Whisky Jazz Club.

 

Toda una vida dedicada a la música, empezó con nueve años y ya ha cumplido los ochenta. Toda una vida gozando de la música y haciendo disfrutar a cuantos le hemos escuchado. Gracias Don Pedro.

 

27/02/2011

Trompetistas actuales (herederos de los grandes) 

 

 Trompeta

La trompeta, junto con su derivado el fiscorno o fliscorno (flugelhorn), es uno de los instrumentos básicos en el jazz. Ya comenté, en un artículo anterior sobre el estilo dixieland, que los tres instrumentos de viento-metal más utilizados en las primeras bandas de jazz eran la trompeta, el clarinete y el trombón. La historia del jazz está llena de grandes trompetistas. El gran Louis Armstrong (sin el que el jazz no sería lo mismo), Dizzy Gillespie (uno de los introductores del bebop), Freddie Hubbard (que hizo sus incursiones en el jazz fusión y en el free jazz), Chet Baker (máximo representante del estilo cool, más melódico y con influencias de música clásica) y Miles Davis (uno de los músicos de jazz más prolíficos) son ejemplo de ellos. Pero quizá el que más influencia haya tenido en los trompetistas actuales ha sido este último, que fue un verdadero innovador en el uso de este instrumento. El jazz moderno debe mucho a Miles Davis y es raro que alguno de los trompetistas de hoy no reconozca su influencia.

 

Pero como se trata de hablar de la situación actual del jazz, me centraré en nombrar  y dar algunos datos de varios de los trompetistas actuales de mayor renombre, no sólo del país donde nació el jazz, sino de otras zonas geográficas, con la certeza de que cualquier lector(a) añadiría (no creo que quitara ninguno) otros de su preferencia. Como diría insistentemente quien fue presidente del concurso de Miss España durante varios años, “no están todos los que son, pero sí son todos los que están”.

 

Los de New Orleans

 

No va a ser fácil quitarle el primer puesto a New Orleans en esto del jazz, aunque New York y Chicago le andan cerca. He aquí tres trompetistas nacidos en esa ciudad.

 

Wynton Marsalis. Hijo de un pianista de jazz, se crió en un ambiente musical y comenzó a tocar la trompeta a los seis años. Su hermano Branford es uno de los mejores saxofonistas del momento. El mismo Wynton reconoce la influencia que, sobre su modo de interpretar, ha tenido Miles Davis. Wynton Marsalis rompió con el estilo imperante en los años 80 más cercano al jazz fusión y free jazz, para volver a tocar un jazz más tradicional. Actualmente es el director musical de la Lincoln Center Jazz Orchestra, una de las big band de mayor prestigio. Ha actuado en los festivales más importantes, entre ellos el de Vitoria-Gasteiz (ciudad en la que se le erigió una estatua), y ha grabado más de 20 discos. Por recomendar uno, Tune in Tomorrow, disco grabado en 1989 y sobre el que gran parte de la crítica coincide en que es el primero que le identifica con un sonido más propio.

 

Nicholas Payton. De nuevo un músico nacido en un entorno familiar musical y que empezó a una edad muy temprana, siendo aún niño. Discípulo de Wynton Marsalis, a los 18 años ya había tocado con las mejores orquestas de New Orleans. En 2008 tocó en el Festival de Jazz de Barcelona. Posiblemente Marsalis y él sean los dos trompetistas vivos de mayor reconocimiento internacional. Entre sus discos, destacar Into the Blue.

 

Chistian Scott. Músico joven, nacido en 1983, realizó una gira por España en 2010 que le llevó a tocar en Madrid, Valladolid y Terrassa. Ha participado en numerosas grabaciones con distintos músicos y ha grabado cuatro discos con su quinteto. El último de ellos Yesterday You Said Tomorrow.

 

Más de USA

 

Tom Harrell. Bueno, ya aparece un trompetista de raza blanca. Nacido en el Estado de Illinois, es uno de los compositores y arreglistas de mayor producción. Ha pasado por varios estilos de jazz y será uno de los músicos que inaugure el festival de jazz de Terrassa el 17 de marzo de 2011. Roman Nights es su último álbum.

 

Jon Hassell. Nació en Memphis. He aquí un músico verdaderamente innovador que ha experimentado con los sonidos de su trompeta y de otros instrumentos. Admirador de Miles Davis (escribió un artículo en la revista WIRE titulado “Miles and me”) ha tocado con músicos como Peter Gabriel, Bono y Bryan Eno. De su discografía destacar Maarifa Street y también sus dos álbumes Fourth World (I y II), que le consagraron como gran compositor y trompetista.

 

Jerry González. Nació en New York y lleva varios años residiendo en Madrid, donde se le puede ver tocar en los clubs más importantes. Le vi por última vez el 17 de febrero de 2011 en Sala Clamores, como siempre tocado con su sombrero. Es también un gran percusionista, en sus conciertos alterna la trompeta y el fiscorno con las congas. Llegó a tocar con Dizzy Gillespie y participó con su Fort Apache Band en la película Calle 54 de Fernando Trueba. Es uno de los máximos representantes del Latin Jazz y desde que fijó su residencia en España ha tocado también con guitarristas y cantaores flamencos, como Juan José Heredia “Niño Josele” y Diego “El Cigala”. Su último disco, “Avísale a mi contrario que aquí estoy yo”.

 

Europeos

 

Enrico Rava. Trompetista italiano del que ya escribí (lo podéis leer) en el artículo que inauguró este blog, Jazz actual. Rava es uno de mis trompetistas preferidos.

 

Erik Truffaz. Trompetista franco-suizo (nació en Suiza y ha pasado la mayor parte de su vida en Francia). Músico polifacético que ha recorrido diferentes estilos en sus 14 álbumes.

 

David Pastor. Es conocido que el levante español es tierra de buenos músicos. En Valencia nació David Pastor, uno de los mejores trompetistas españoles, y allí se formó como músico. Ha grabado dos discos (Introducing y Stringworks) y participado en muchos otros. Se le puede ver principalmente por los clubs de jazz de Cataluña y la costa levantina, además de en sus participaciones en el programa de televisión de Andreu Buenafuente.

 

Cuba

 

Arturo Sandoval. Nacido en Artemisa (Cuba), se le considera un genuino representante del Latin Jazz y de la música Afro-Cubana. Como Jerry González (los dos nacieron en 1949) también tocó con Dizzy Gillespie, de quien se considera discípulo.

 

Sudamérica

 

Juan Cruz de Urquiza. Músico argentino, de Buenos Aires, es uno de los trompetistas más conocidos de Sudamérica. En España tocó con el pianista Chano Domínguez en 2007 y con su quinteto en el Festival de Terrassa de 2003.

 

La cuota asiática

 

Tiger Okoshi. Nació en Japón en 1950 y a los 22 años se trasladó a Estados Unidos, donde actualmente es profesor en el Berklee College of Music de Boston.

 

La cuota femenina

 

Ingrid Jensen. Trompetista canadiense, nacida en Vancouver, es posiblemente la más conocida. Ha tocado con María Schneider Jazz Orchestra y participó en el Festival de Jazz de Barcelona en 2008.

 

No han existido ni existen muchas instrumentistas de jazz del sexo femenino, aunque sí grandes vocalistas. Mahalia Jackson, Ella Fitzgerald, Billie Holiday, Sarah Vaughan, Diana Krall, son algunas de ellas. Otra excepción puede ser la citada María Schneider. Tampoco conozco muchas aficionadas al jazz. Sin ánimo de generalizar (que nunca es bueno), creo que el jazz no es una música que guste mucho a las mujeres, al menos esa es mi percepción tras los muchos años que llevo aficionado al jazz. Siempre hay excepciones, como mi prima Montse que “descubrió” el jazz viendo la película “El Gran Gatsby” y sigue siendo una entusiasta de esta música. Y está el otro extremo, tengo una compañera de trabajo que dice que le gusta todo tipo de música, excepto el jazz. Quizá el hecho de que en los clubs de jazz sea ahora habitual ver un número similar de hombres y de mujeres indique que mi percepción es errónea.

 

No quiero terminar sin incluir entre los trompetistas españoles a mi admirado Pepe Núñez, que lleva tocando un buen número de años con Canal Street Jazz Band. Ya hablé de él y de la Canal en un artículo anterior.

 

27/01/2011

Moisés P. Sánchez Quartet en Café Central

 

Quizá la mejor definición de swing que se haya dado nunca sea la que dio William (Count) Basie cuando le preguntaron que qué era para él el swing: “si estás tocando un tema y ves que la gente no marca el ritmo con el pie, mejor deja de tocarlo”.

 

Hace algunas semanas, durante el XXVII Festival de Jazz de Madrid, estuve con unos amigos en Café Central viendo y escuchando a un cuarteto que, aunque ya había oído alguna grabación suya, no había tenido aún la oportunidad de verlos en directo. Moisés P. Sánchez Quartet. No cabe duda de que no les falta swing, al menos en lo que mi vista alcanzaba (el Central estaba lleno) no vi un solo pie quieto. Si en todas las manifestaciones musicales “el directo es el directo”, creo que en el jazz cobra aún más importancia. Junto a Moisés Sánchez al piano, el cuarteto lo completaban aquella noche Javier Vercher (saxo y clarinete), Toño Miguel (contrabajo) y Andrés Litwin (batería). Un grupo al que merece la pena seguir.

 

Moisés Sánchez es uno de los pianistas y compositores españoles más interesantes y con más futuro. Empezó a tocar el piano siendo aún niño y eso hace que pese a su juventud pueda considerársele ya un pianista consagrado. Ha tocado tanto música clásica (no en vano tomó clases con el maestro Joaquín Achúcarro) como Jazz. Tiene una técnica excelente a la que añade algún que otro elemento de experimentación e innovación.

 

En Café Central tocaron, además de otras composiciones, temas de su disco “dedication”, que grabaron en New York en noviembre de 2008 y que fue editado en marzo de 2010 por Universal Music. Disco que ya habían presentado en directo en el Jamboree de Barcelona en junio de 2010. La foto corresponde a este disco, con Borja Barrueta en lugar de Andrés Litwin.

 

Moises P. Sanchez Q.

Moisés P. Sánchez Quartet (Foto de Noah Shaye) 

 

La revista Cuadernos de Jazz ha elegido “Dedication” como uno de los 5 mejores discos del año 2010. Es un disco muy completo, con un sonido al estilo New York, que contiene nueve temas de una misma línea melódica y rítmica (salvo uno, que calificaría como un tanto underground), y del que yo me atrevería a destacar cuatro de ellos.

 

When God Created a New Star, en memoria del pianista sueco Esbjörn Svensson, fallecido en 2008 a los 44 años de edad, posiblemente uno de los pianistas de referencia de Moisés. En esta composición, de desarrollo melódico, del piano de Moisés salen notas prodigiosas.

Your Secret Wish, tema también muy melódico que comienza con el sonido del contrabajo de Toño Miguel.

Dedication, que da nombre al disco, y en el que los cuatro integrantes del cuarteto tienen su momento de improvisación y lucimiento.

Long Way Home, último tema del disco y que a mí personalmente me parece una composición preciosa (lástima que tenga una duración tan corta).

 

Y de Café Central de Madrid qué decir. Madrid es actualmente una de las ciudades europeas con más clubs de jazz, pese a que hay otras con más fama, y de entre estos clubs, Café Central se ha consolidado, tras sus más de veintiocho años de historia, como uno de los más importantes, con una programación muy cuidada (que podéis consultar en su web http://www.cafecentralmadrid.com), casi por completo dedicada al jazz, aunque esporádicamente tengan cabida en ella otros géneros musicales.

 

Hace unos días una amiga me dijo que recomendara o sugiriera algún club en el que se pudiera escuchar buen jazz. Bueno, no está mal empezar por éste, aunque hay unos cuantos más en los que también disfrutar. Ya irán saliendo.

 

Jueves 23 de Diciembre de 2010 01:06

El estilo Dixieland. Canal Street Jazz Band

por Leopoldo Simó
22/12/2010

El estilo Dixieland. Canal Street Jazz Band

 

 

Situémonos en Nueva Orleans, primeros años del siglo XX. Era habitual ver por sus calles bandas de músicos tocando en desfiles, fiestas, funerales o bodas. Bandas que eran herederas de las primeras manifestaciones musicales (blues y gospel) de los esclavos, la mayoría de ellos africanos, liberados tras la finalización de la guerra de secesión en 1865.

 

Neww Orleans

Música en las calles de New Orleans (por Vk Assi)

 

Estos grupos estaban compuestos generalmente por un número de entre 5 y 8 músicos en los que predominaban los instrumentos de viento. Su popularidad hizo que poco a poco fueran contratándolos para tocar en bares y otros locales cerrados, lo que obligó de alguna manera a seleccionar los instrumentos. La música que interpretaba este tipo de bandas, mezcla de música africana y europea, dio origen a lo que se conoce como estilo New Orleans o Dixieland, algunos prefieren llamarle Jazz tradicional. Música que también se ha utilizado para acompañamiento de muchas películas del cine mudo. Recordemos algunas de Charles Chaplin, Buster Keaton o Harold Lloyd.

 

En el dixieland los protagonistas son los instrumentos de viento, principalmente trompeta, clarinete y trombón y la parte rítmica pueden ponerla el piano, guitarra, banjo, contrabajo y batería. El jazz tiene mucho que ver con el nacimiento de la batería como instrumento musical. Al pasar de la calle a los clubs se hizo necesario fusionar los distintos instrumentos de percusión que llevaban los componentes de las bandas en uno único, la batería. Actualmente la formación más clásica de dixieland es la del quinteto, compuesto por trompeta, trombón, piano, contrabajo y batería. Algunos grupos añaden clarinete o tuba y raramente el saxo. El dixieland es el estilo que imperó en el jazz en el periodo comprendido aproximadamente entre 1900 y 1930.

 

Las primeras grabaciones de jazz fueron precisamente dixieland y las hizo para Columbia y Victor en el año 1917 la Original Dixieland Jazz Band -que se había formado un año antes-, conocida por sus siglas ODJB (¡ojo! no confundir con OJDBC o JDBC; los informáticos me entenderán). La ODJB la componían cinco músicos: trompeta, clarinete, trombón, piano y batería.

 

Y tras esta brevísima introducción a los orígenes del dixieland me sitúo ya en España y en la actualidad de este estilo. Y siendo así, y no olvidándome de mencionar el Festival Internacional de Dixieland de Tarragona (único festival dixieland que se celebra en España y al que me referiré en el capítulo dedicado a los festivales), me parece obligado escribir (y lo hago con mucho gusto) de la banda dixie que posiblemente haya tenido una más larga presencia en los escenarios de jazz españoles, Canal Street Jazz Band.

 

La Canal -como se la conoce- se creó en el año 1967 y cuarenta y tres años después aún sigue actuando en clubs, conciertos y fiestas privadas. Impresionante su trayectoria.

 

Empezó siendo un grupo de músicos que, liderados por el saxofonista Robert Borde, tocaba en conciertos en colegios universitarios y en algún club, como el Bourbon Street de la calle Diego de León en Madrid. Puede que sea ese el motivo por el que se les conociera como Bourbon Street Jazz Band, aunque no estoy muy seguro de que fuera ese su nombre. Quizá este dato pueda confirmarlo Juan José González, verdadero erudito y experto en jazz, que por aquel entonces estaba en el CMU Nebrija y fuera posiblemente él quien los contratara. En uno de esos conciertos compartieron escenario con una banda de jazz del ejército norteamericano y fue allí donde conocieron al trombonista Jim Kashishian, que unas semanas más tarde se unió a ellos, adoptando la banda ya el nombre definitivo de Canal Street Jazz Band.

 

El grupo lo forman actualmente cinco músicos. Jim Kashisian (trombón y único miembro no español, nacido en California), Pepe Núñez (trompeta), Antonio Domínguez (bajo), Fernando Sobrino (piano) y Antonio Calero (batería). Han grabado cuatro CDs.

 

Aunque a Jim le gusta definir el estilo de la banda como New York o Chicago más que como New Orleans, lo cierto es que en España todo el mundo la identifica con este último y así la suelen anunciar en los locales en que actúa. Fueron célebres sus martes en el Whisky Jazz Club durante muchos años, también los sábados en un periodo de los años 80 en el Arenal Jazz Club, y ahora se les puede ver y escuchar en varios de los clubs de jazz, principalmente en el Populart de Madrid, donde tocan varios días todos los meses. Recuerdo una actuación suya, hace ya algunos años, en la Sala Clamores, de Madrid, (últimamente no suelen tocar allí) en la que el público aplaudió durante largo tiempo su versión (creo que esa vez ampliada) del chotis “Madrid”. Pepe Núñez se luce en este tema con su trompeta. Tanto es así, que cuando en alguna ocasión ha faltado Pepe y han tenido que sustituirle, no incluyen este tema en sus conciertos. Lo que sí os garantizo es que si os gusta el tradicional disfrutaréis con ellos. Como ha dicho el propio Jim, quizá haciendo suyas palabras de Duke Ellington, “cuando alguien me dice que no entiende esta música yo le contesto: no tienes que entenderla, lo único que tienes que hacer es disfrutarla. Sólo yo tengo que entenderla”.

 

La Canal fue contratada para tocar el 22 de mayo de 2004 en el escenario que se instaló en la Plaza del Callao de Madrid con motivo de la boda del Príncipe Felipe y Doña Letizia. Es curioso que esto no deje de ser una vuelta a los orígenes del jazz en New Orleans, cuando las bandas tocaban en las calles con motivo de alguna boda, aunque en este caso se tratara de una Boda Real. He aquí una foto de este acontecimiento (por cortesía de Canal Street Jazz Band).

 

 

Boda Real

 

No me queda sino agradecer a este quinteto los buenos momentos que nos han hecho pasar y desear que nos sigan deleitando con su jazz tradicional.

 

 

 

 

 

Miércoles 01 de Diciembre de 2010 00:05

WHISKY JAZZ CLUB. Añoranza de un clásico

por Leopoldo Simó

 28/11/2010

WHISKY JAZZ CLUB. Añoranza de un clásico

 

Aunque en mi primer artículo hablaba de “... reflejar la situación actual del Jazz ...” no me resisto a escribir algunas líneas sobre un local ya desaparecido, pero que durante bastantes años fue uno de los más representativos de esta música en España. Me refiero al Whisky Jazz Club.

 

A ningún aficionado español al jazz le cabe la menor duda de que el Whisky Jazz Club, en Madrid, fue uno de los locales pioneros de esta música en España, junto con otros de Bilbao, San Sebastian y Barcelona de los que hablaré en otra ocasión (alguno aún permanece tras más de 50 años de actividad). En más de una publicación o artículo he leído que el Whisky Jazz “surgió una noche de invierno de 1.963”, dato que no es cierto. Al menos tres años antes, en 1.960, ya tenía sus puertas abiertas el Whisky Jazz en el número 10 de la calle del Marqués de Villamagna, como lo demuestra la Guía del espectador publicada en el diario ABC el 23 de abril de 1.960 (consultable en la hemeroteca de ABC), del que reproduzco un fragmento.

 anuncioABCabr1960

Aún reconociendo que en los años 30 hubo algún acercamiento al jazz (conciertos y publicaciones), principalmente en Madrid y Barcelona, realmente el Jazz en España comenzó a tener una cierta difusión al final de los años 50, con las bandas norteamericanas que tocaban en la bases militares construidas a raíz de los acuerdos firmados entre el gobierno español y el de Estados Unidos en 1953 y que hizo que más tarde se recogiera esta música en algunos ambientes universitarios, como fue el caso del Colegio Mayor Nebrija en Madrid, gracias al entusiasmo e iniciativa de aficionados como Juan José González. Al margen de estos hechos, quizá uno de los primeros locales de Madrid fue el Whisky Jean de la calle Claudio Coello, propiedad de Jean Pierre Bourbon y que más tarde trasladó a la calle Marqués de Villamagna, cambiándole el nombre por el de Whisky Jazz Club.

 

Por aquellos años no frecuentaba yo aún estos locales (no hubiera estado bien visto ni me hubieran permitido la entrada), ni siquiera llegué a estar nunca en el de Marqués de Villamagna, aunque sí lo ubico y lo recuerdo. El Whisky Jazz se trasladó a su sede definitiva en la calle Diego de León nº 7 en el año 1971, al local que ocupaba hasta entonces el Bourbon Street, del mismo propietario. Tras un cierre temporal y nueva apertura, sus dueños (ya eran varios los socios) clausuraron definitivamente el local en la primavera de 1995, después de la crisis económica del 93 y de un incendio del que no se recuperó.

 

Lo que nadie duda es que el Whisky Jazz fue “el templo del Jazz” en Madrid en el periodo que va desde 1960 hasta 1990. En él he pasado numerosas veladas en la década de los 70, eso sí, envuelto en vapores de alcohol y humo, mucho humo. No creo que ahora mis ojos, mucho más delicados que antaño, pudieran resistir esas sesiones.

 

En el Whisky Jazz vi varias veces a nuestro saxofonista más internacional, Pedro Iturralde, a Donna Hightower, Lou Bennett, Jayme Marques (con su Bossa Nova – Jazz, que a mí personalmente no me atraía demasiado) y por supuesto los martes a Canal Street Jazz Band con su estilo dixieland puro. Pero creo que la Canal, por su trayectoria en España, se merece un artículo exclusivo.

 

Algún reportaje de TVE se grabó en el Whisky Jazz. Recuerdo uno, titulado “Locos por el jazz”, que se emitió el 13 de mayo de 1984 en el programa “El dominical”, de la segunda cadena de TVE.

 

Y para terminar y enlazarlo con la situación actual del Jazz en Madrid, podríamos haber visto una prolongación del Whisky Jazz en un local actual, Segundo Jazz, abierto en 1988 en la calle Comandante Zorita de Madrid. Al fin y al cabo su propietario (hoy son sus hijos quienes lo regentan) fue socio del primero de ellos. Y así fue al principio, un club de jazz, pero después de retirarse su fundador, Segundo López, se ha ido abriendo a otros estilos que han relegado al jazz a un segundo plano en este club.

 

Sobre los locales más en boga en el panorama jazzístico actual hablaré en otro momento. Hay algunos verdaderamente atractivos.

 

 

Jueves 11 de Noviembre de 2010 20:16

Jazz actual

por Leopoldo Simó

Empiezo aquí una serie de pequeños textos con la intención de reflejar la situación actual del Jazz, principalmente en España, aunque también haré esporádicamente alguna incursión en otros países.

No se trata de escribir sobre la historia del Jazz y sus grandes intérpretes, muchos de ellos ya desaparecidos. Acerca de los orígenes del Jazz y de sus “grandes” ya hay mucha literatura y no creo que yo –un simple aficionado (y enamorado) de esta música– pueda aportar alguna novedad y en todo caso no haría otra cosa que repetir lo que tantos otros han dicho o escrito.

Locales, intérpretes y estilos, todos ellos actuales o de los últimos años, pasarán por este blog, con la pretensión de compartir con sus lectores mi entusiasmo por el Jazz.

 Y para empezar, nada mejor que recordar uno de los locales más emblemáticos de Madrid. El Johnny, como todos los aficionados conocemos al CMU San Juan Evangelista. ¡Qué historia tiene! Y espero que siga teniendo, pese a que este año ha estado a punto de desaparecer. En su auditorio no sólo (perdón, estoy acostumbrado a escribirlo con tilde) se ha escuchado jazz, sino también música clásica, flamenco, folk (allí pudimos ver y escuchar a nuestro querido J.A. Labordeta), etc. El Club de Música y Jazz de San Juan Evangelista comenzó su andadura en el año 1970 y por él han pasado músicos de la talla de LOU BENNETT, TETE MONTOLIU, VLADY BAS, JUAN CARLOS CALDERON, PEDRO ITURRALDE, COUNT BASIE ORCHESTRA, STEPHANE GRAPPELI, CHET BAKER, FREDDIE HUBBARD, ORNETTE COLEMAN, ART BLAKEY, CHICK COREA, DIANA KRALL, ENRICO RAVA … (hablemos algo de este último).

Enrico Rava es uno de los músicos italianos de jazz más importantes. Nacido en Trieste en 1939, ¡qué gran trompetista! Al poco de empezar entró a formar parte del grupo de Gato Barbieri cuando éste residía en Roma. Admirador de Miles Davis y Chet Baker y con una influencia clara del estilo de ambos, ha actuado en los principales festivales de Jazz (Montreal, San Francisco, Chicago, New York, Buenos Aires, Perugia, Berlin, Paris, Tokyo, etc.) y ha residido varios años en Buenos Aires y New York, además de en Italia. Vi a Rava, con su quinteto, en el Johnny en noviembre de 2007, pocos meses después de publicar su disco "The Words and The Days", en una mini-gira que le llevó también al festival de Girona. Magistral Rava en todo el concierto, y magnífico también algún solo de trombón con el que se lució Gianluca Petrella. El resto de componentes del quinteto aquella noche fueron Andrea Pozza (piano) Rosario Bonaccorso (contrabajo) y Roberto Gatto (batería). En junio de 2008 tocó con su quinteto en el Auditorio “Martín Codax” de Vigo y creo que ha sido la última vez que estuvo (o al menos que actuó) en España. Posteriormente Rava ha publicado otros dos discos: “The Third Man”, con el pianista Stefano Bollani, y “New York Days”. Si tenéis ocasión, no dejéis de ir a verle.

 

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