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DEMOCRACIA,DECISIONES COLECTIVAS Y CAPACIDADES CRÍTICAS.

Estamos en el escenario previsible: nueva llamada a las urnas. Votar es un acto cívico. Pasé tantos años sin que la dictadura me permitiera votar que espero no cansarmede hacerlo, aunque reconozco que, en experiencias vitales,cada persona es un mundo. Elpequeño mundo demi corta existenciaha sido satisfactorio, sin llegar aser exultante. He podido vivir dignamente y he luchado para que mis semejantes también pudieran vivir con dignidad. Después de la crisis de 2008, las ideas de laboriosidad, austeridad y honradez en las que me eduqué se han hundido viendo crecerla insolidaridad, la injusticia, la corrupción y la mentira. Ahora me sientoatrapado en el pesimismo antropológico. Todo parece oscuro, complejo y sin salida.

Las personas somos y pensamos diferente. Las diferencias formanparte de la vida (biodiversidad), y son al mismo tiempo una amenaza y una oportunidad. Es cierto que los humanos para actuar colectivamente debemos resolver antes las diferencias individuales mediante algún procedimiento. Inicialmente,previo a descubrir la democracia como un método civilizado para resolver nuestras diferencias, lo hacíamos de manera instintiva. El instinto básico más utilizado en la historia humana ha sido la violencia. Primero fue la fuerza física, después la fuerza de las armas, a la que se sumó finalmente la fuerza de la inteligencia. Los líderes políticos que vuelven a pedirahora nuestro voto no demostraron mucha inteligencia en su primer intento de formación de Gobierno. ¿Habrán aprendido?.

En teoría, la democracia es un sistema “inteligente y civilizado” de superar las diferenciasindividuales paratomar decisiones colectivas.Sin embargo los factores que inciden en la formación de la voluntad colectiva son complejos y a veces oscuros, como demuestra el documento del profesor de la UAM Juan Pablo Somiedo García relativo al “Papel de los catalizadores de transformación política” que me ha enviado mi amigo Juan Antonio. Un documento que es aplicable a todos los partidos, de derecha e izquierda, viejos y nuevos, y que sirve tanto para transitar de la dictadura a la democracia (camino recorrido por mi generación), como de la democracia a la dictadura (camino que amenazaa las generaciones futuras). En cualquier caso la identificación de democracia y racionalidad esun espejismo ya que las personas, antes y después de la democracia, seguimos siendo una mezcla de razón y sentimiento, de racionalidad e instinto, de lógica y simbología.

A tal punto confiamos en la democracia para resolver las diferencias individuales, que hemos sacralizado sus decisiones. Las sociedades democráticas suponen que la democracia va unida a la racionalidad y consideranque las decisiones democráticas de los pueblos son racionalesy acertadas. Llamo racional a la decisión que está reflexionada y argumentada, e irracional a la que se basa sobretodoen instintos y emociones. Ningún político se atreve a verbalizar que una sociedad democrática puede equivocarse al elegir sus opciones electorales. Afirmar que “el pueblo nunca se equivoca cuando elige” espolíticamente correcto, pero es una gran falacia. Con frecuencia las decisiones electorales suelen ser decisiones más de sentimiento que de razón, y los electores acostumbran a tomar lasdecisiones colectivas siguiendo este camino y pueden equivocarse.

Si hay alguien que tiene muy en cuenta esta dualidad de la naturaleza humana es el político. Los políticos combinanen sus discursos con gran habilidad la razón y el sentimiento, la racionalidad y la emotividad. Para conseguir la adhesión a sus objetivos y programas, suelen apelar más al sentimiento irracional del votante que al argumento racional y razonado. Es el mismo procedimiento que utilizan las élites con los ciudadanospara proteger susprivilegios. Es por esta razón que ni las élites ni los políticos tienen interés en desarrollar en la ciudadanía el razonamiento y las capacidades críticas. Reforzar la razón y la racionalidad frente al sentimiento y la emotividadrequiere un esfuerzo que todavía no proporciona a los políticos suficientes réditos electorales. Esta realidad laexperimentarán PSOE-CIUDADANOSde un lado y PP-PODEMOSde otro en las elecciones delpróximo 26 dejunio.

Durante la campaña electoral, cada grupo político ajustará su estrategia a lo que aconseje en cada momento la demoscopia de las encuestas. Este tactismo político es un desastre ya que refuerza la pasividad y desincentiva la capacidad crítica de los electores. En mi opinión, PP y PODEMOS agitará las emociones fuertes del elector: polarización de la campaña, aversión al diferente, corrupción y papel de las élites.Preferirán la estrategia de la confrontación y la descalificación mutua. Ambas fuerzas políticas se repelen y su éxito electoral depende mucho de cuánto sean capaces de agudizar las tensionescon el otro para movilizar a sus electores. En cambio, eldúo PSOE-CIUDADANOS, en coherencia con su intento de formación de Gobierno,creo que optarán por la colaboración y el mestizaje: tolerancia y entendimiento, bondad de la convivencia, acuerdo y consenso. Los líderes de CIUDADANOS sufrirán fuertes presiones para cambiar su discurso y trasladarse al campo de batalla PP-PODEMOS. El PSOE resistirá mejor esa tentación pues necesita diferenciarse de PODEMOS, algo bien visto por algunos medios de comunicación. ¿Cómo reaccionarán los electores?. ¿Se dejarán llevar por las emociones fuertes y el enfrentamiento, o preferirán la lógica del entendimiento?.¡Soy pesimista, aunque desearía equivocarme!.Aún no tenemossuficiente formación críticapara analizar las campañas electorales.

El documento de Juan Pablo Somiedoestimula nuestras capacidades críticas reflexionando sobre la estrategia para transitar de la dictadura a la democracia pero también de la democracia a la dictadura, y comenta los atractivos métodos de la no-violencia y los catalizadores de la transformación política. Hace tres reflexiones que vienen al caso de la situación política quevivimos en España:

1. Nos advierte que a veces “la no violencia da un aspecto presentable a acciones secretas intrínsecamente antidemocráticas”.

2. Nos alerta sobre la manipulación de los catalizadores de transformación al afirmar que “no debemos olvidar que intentar esto último (manipular los catalizadores según los intereses que se persigan) puede resultar un juego peligroso con insospechadas derivadas”.

3. Finalmente avisa que “toda moneda tiene dos caras y la teoría de Sharp también las tiene, porque las mismas ideas (y técnicas) utilizadas por los luchadores de la libertad para conquistar la democracia pueden ser utilizadas de forma completamente diferente para conducir a los ciudadanos a la esclavitud de la dictadura”.

La democracia no es el estado natural del ser humano, como demuestra el suplemento IDEAS de El País del 8 de mayo pasado dedicado a los autócratas y tiranos del globalizado siglo XXI. Dicho esto, el que tenga oídos para oír que oiga, y el que tenga mente para entender que entienda.¡Ahora ha llegado el momento de votar con libertad y criterio!.Como decía al inicio de esta reflexión, yo voy a votar… y todo puede pasar… incluso equivocarme.

José Ángel Suárez González.

Alcobendas, 11 de mayo de 2016.

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