30/03/2011
Pedro Iturralde
Festival Internacional Jazz San Javier 2008. (Copyright: Jazz San Javier)
Así a secas. Pedro Iturralde. Con sólo decir su nombre viene a la cabeza media historia del jazz español. Pocos aficionados al jazz dudan de que Tete Montoliu y Pedro Iturralde sean los dos músicos que más han aportado al jazz en España. El primero nos dejó hace ya unos años, en 1997, después de una carrera prodigiosa. Vi a Tete por última vez en 1995 en Café Central, acompañado por Javier Colina. Pero podemos seguir viendo a Pedro Iturralde, al que he escuchado en directo en innumerables ocasiones desde la época en que empecé a frecuentar el Whisky Jazz Club de Madrid a principio de los 70.
Pedro Iturralde es el saxofonista español más importante y no resulta exagerado decir que a la altura de los grandes saxofonistas norteamericanos, Charlie Parker, John Coltrane o Stan Getz (ya desaparecidos), de los que ha sido contemporáneo. Pero no es sólo el saxo el instrumento que domina, Pedro Iturralde es igualmente un virtuoso del clarinete, piano y violín. Fue catedrático de saxofón del Real Conservatorio Superior de Música de Madrid hasta su jubilación y ha recibido un gran número de premios y distinciones, entre ellos la Medalla de Oro de las Bellas Artes en 2009.
Ha recorrido el mundo entero tocando, aprendiendo (salió de España por primera vez con 18 años) y enseñando jazz y ha tocado con los mejores músicos y los mejores han tocado con él.
Además de ser un músico excepcional, tanto en su faceta de intérprete como de compositor, Iturralde es un investigador musical. Ha incorporado al jazz las raíces populares, desde el flamenco, en aquellas actuaciones y grabaciones de los años 60 y 70 junto a Paco de Lucía, hasta la música tradicional griega, pasando por la música popular de muchas de las regiones de España. Muestra de ello es su disco Etnofonías.
Pero no se trata aquí de escribir su biografía, sobre la que ya hay muchos textos, ni de relacionar su discografía, sino de constatar que aún sigue en la brecha y que podemos seguir viéndole en directo, que es lo que siempre más le ha gustado a este gran músico, el contacto con el público.
He visto a Iturralde hace unos días en Clamores, la sala madrileña que más frecuenta últimamente, y sigue soberbio.
Pedro Iturralde en Sala Clamores (Madrid), 18 marzo 2011
Estuvo acompañado por Mariano Díaz (piano), Richi Ferrer (contrabajo) y Carlos Carli (batería). Iturralde alternando clarinete y saxo. Empezó el concierto con un repaso a la historia del jazz, interpretando temas de George Gershwin. Continuó con una incursión en la música francesa, con un tema de Edith Piaf y Marguerite Monnot (Hymne à l’amour). Si la canción de Piaf es bellísima, la interpretación fue sublime. Lo mismo puede decirse de la adaptación de un fado de Amalia Rodrigues. En la segunda parte del concierto dio entrada a algunas de sus composiciones incluidas en su disco Etnofonías, como la Balada Galaica, la Suite Helénica o una composición en la que evoca sonidos de su Navarra natal, para seguir con la Nana y la Canción del Fuego Fatuo de Manuel de Falla. Para terminar, volvió a Francia, con la canción de Joseph Kosma y Jacques Prévert Les feuilles mortes (ya un clásico en su repertorio), que Iturralde comenzó cantando. Y como todos deseábamos y solicitamos, hubo propina. Pedro Iturralde solo, al piano, tocando el Zorongo Gitano de García Lorca.
En definitiva un concierto en el que Iturralde hizo un recorrido bastante completo de sus composiciones y de sus adaptaciones de temas populares. Pero a mí, con Pedro Iturralde siempre me ha ocurrido lo mismo, me parecen cortas sus actuaciones, no me canso de escucharle y me gustaría que duraran más, más temas. Recuerdo habérselo comentado a él en alguna ocasión en el Whisky Jazz Club.
Toda una vida dedicada a la música, empezó con nueve años y ya ha cumplido los ochenta. Toda una vida gozando de la música y haciendo disfrutar a cuantos le hemos escuchado. Gracias Don Pedro.