Un verano de verdad(es): Agota Kristof.
El verano es para repasar asignaturas pendientes, para repasar los libros de segunda vuelta y, así, para sumergirse en mares en los que se puedan refrescar las sensaciones, y repescar las buenas piezas, producidas por la primera lectura de sus fondos.
Agota Kristof, con su trilogía "El gran cuaderno", "La prueba" y "La tercera mentira", que en España se convirtió, en varias editoriales, en un único volumen "Claus y Lucas", es mi recomendación para este verano en ciernes.
Necesito urgentemente una segunda lectura de "Claus y Lucas". Sólo a la luz de lo revelado en "La tercera mentira" podré desentrañar, si esto es realmente posible, "El gran cuaderno". Sólo leyendo desde el principio con los ojos de lo ya leído podré ser capaz de apreciar los mecanismos mentales que, como un mecano, sostienen esta magnética obra de la Sra. Kristof.
No voy a explicar el contenido de esta trilogía, a parte de porque es imposible, porque nadie tiene derecho a hacerlo. Son tres libros en uno, un libro que trata de dos hermanos, o quizás no, que ocurre en una aldea alejada de la guerra, pero afectada por su condición de espacio fronterizo, que gira entorno a la capacidad de fabulación como herramienta para la supervivencia o para la destrucción, que alimenta y frustra vidas paralelas, y que, sobre todo, es una muestra de qué puede llegar a producir, en nosotros, un genio literario de verdad: Agota Kristof.