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Miércoles 15 de Agosto de 2012 19:26

Los 8 Reales del ingénio de Segovia de Felipe II y Felipe III

por Ernesto Gutiérrez Guinea
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Los siguientes artículos están dedicado a analizar las componentes que determinan el valor de  un tipo especifico de monedas que, siguiendo la estela de Wayte Raymond en su obra “The Silver Dollars of North and South América” publicada en su primera edición en 1939, llamaremos, genéricamente, Dólares. La alusión a Raymond no es caprichosa ya que el campo que pretendemos cubrir en este volumen es el mismo que comprende la obra de Raymond, ésto es el de todas las monedas de plata de módulo grande con un peso aproximado entre 25 y 27 gramos acuñados en el Nuevo Mundo desde su descubrimiento por los españoles hasta la actualidad, abarcando por tanto, las monedas llamadas coloniales, así como las emitidas después de la emancipación que comienza en Estados Unidos en 1776 y se completa en Perú en 1824.
La excepción (por menos) a este principio la constituye la moneda macuquina de 8 Reales, sí incluida en la obra de Raymond (segunda edición en 1963, RAYMOND 1963), pero que en nuestra serie sobre El Valor de las Monedas constituye el objeto de un volumen completo (Volumen II, El Valor de las Macuquinas). De esta manera, trataremos de las monedas coloniales de 8 Reales después de iniciarse la producción de las columnarias: en 1732 en Méjico, en 1745 en Lima y en 1767 en Potosí, así como de todas las series de monedas de busto producidas por Carlos III desde 1772, Carlos IV desde 1789 y Fernando VII desde 1808. Por tanto las monedas hispanoamericanas a analizar comprenden las llamadas de cordoncillo, producidas a molino (milled coins) todas ellas.
Por otra parte, el volumen se extiende (en mas) mas allá del RAYMOND 1963 por lo que se refiere a las monedas de 8 Reales acuñadas en la península por procedimientos mecanizados, ésto es las producidas por estampación a rodillo en el Ingénio de Segovia y después en Madrid y Sevilla con Felipe V, así como a las producidas a molino con canto de cordoncillo en las Cecas de Sevilla y Madrid dentro de los reinados de Felipe V y Carlos III. Hemos incluido estas piezas ya que también tenían libre curso en América, aunque por su limitado tiraje llegaron a circular allí muy poco e incluso fueron reselladas por Jorge III para su circulación en las colonias inglesas, muchas de ellas situadas en el continente americano.
Resulta sintomático que las ediciones de la obra de Yeoman “A Guide Book of the Unites States Cois” conocido como The Red Book” recoge en su primera pagina una fotografía de un columnario en anverso y reverso al que denomina como “Pillar Dólar” nombre con el que era conocido en América (en particular en los Estados Unidos) la moneda columnaria de 8 Reales de cordoncillo, denominada también como pieza de a 8 (piece of eight). Esta pieza, así como sus divisores, fueron de libre circulación en Estados Unidos hasta 1857, por lo que su popularidad en su tiempo fue muy grande (tanto la moneda columnaria, como las posteriores de busto).
Así como el término “Dólar” procede de la denominación “Taller” de la moneda gruesa alemana comenzada a emitir en el siglo XV el Tirol, el símbolo para designar el Dólar, $, es un  anagrama en el que las barras verticales representan las columnas de Hércules que aparecen a ambos lados de los dos mundos del anverso de las monedas columnaria, y a ambos lados del escudo del reverso de las monedas de busto. La leyenda alrededor de ella con la inscripción PLVS VLTRA es indicativa de que la mítica leyenda de NON PLVS VLTRA (no mas allá) que adornaba las columnas de Hércules a ambos lados del estrecho de Gibraltar había quedado obsoleta tras el descubrimiento del continente americano por Cristobal Colón, bajo la soberanía de los reyes Católicos, Isabel de Castilla y Fernando de Aragón.
Esta abundancia de Reales de a 8 circulando libremente por Norte y Sud América, así como por China e India en el Lejano Oriente, es lo que determinó que en los Estados Unidos no fuera necesario inicialmente emitir un alto número de monedas de Dólar, sino que la Casa de la Moneda de Filadelfia pudo centrarse en la producción de sus divisores de medio, cuarto y decimo de dólar, equivalentes en peso y ley, las dos primeras, a las piezas españolas de 4 y 2 Reales. Esta es la causa de la gran popularidad de que gozan estas monedas entre los coleccionistas de Estados Unidos que a falta de emisiones propias del gobierno federal anteriores a 1794, las consideran, como las emitidas por los Estados antes del nacimiento de la Unión, como un antecedente directo de su propia moneda nacional que en nuestro tiempo constituye el medio de pago mas universalmente aceptado, como lo fue en su día el Real de a 8 español.
A efecto de poder contar con normas de valoración de las monedas producidas por estampación a rodillos en el Ingenio de Segovia y posteriormente en Madrid y Sevilla con cuyo análisis comenzamos este volumen, antes de dar detalles sobre el procedimiento de fabricación de estas monedas, las características especificas de las producidas a nombre de cada monarca y las fechas y ensayadores  que vieron acuñar este tipo de monedas daremos una breve pincelada sobre la evolución de sus precios en los últimos 50 años, que ha seguido un línea para nada coincidente con la de las monedas macuquinas.
Como en el caso de las monedas Macuquinas o los Sestercios hemos seguido la evolución de los precios en base al seguimiento informatizado de los datos proporcionados por las distintas ediciones de catálogos, básicamente los de YRIARTE 1965, CALBETÓ 1970, CAYÓN 1976, 1980 Y 1998, CALICÓ 1981, 1988, 1994 y 2008 y KRAUSE 2002 para las monedas de la Casa de Austria, ampliando la lista con VICENTI 1968 y 1778, ALDEON 1983, CAMPILLO 1995 y PEIRÓ 2007 para las emisiones de la Casa de Borbón, así como los catálogos de subastas organizadas por CAYÓN, CALICÓ, AUREO, MARTÍ HERBERA, SOLER y LLACH, VICO y HERRERO entre los españoles y PONTERIO, GOLDSBERG, SEDWICK, RENAISSANCE, UBS, GALERIE DE MONNAIS y ARS CLASICA fundamentalmente, entre los extranjeros.
En general, hemos dado preferencia a los datos procedentes de listas de adjudicación en subastas, siempre que fuera posible acceder a fotografías con calidad suficiente como para poder determinar con un criterio uniforme cual es el grado de conservación de cada moneda adjudicada, de acuerdo con la escala que venimos manejando en estos volúmenes de El Valor de las Monedas, cuya explicación detallada proporcionamos en las primeras entradas del primer tomo dedicado a los Sestercios. Nos hemos esforzado por aplicar los mismos criterios generales de valoración de  conservaciones, a todo tipo de piezas, aunque cada tipo específico será objeto de normas de estimación que comentaremos en detalle al analizar el grado de cada moneda que reproducimos en estas entradas.
Así, a partir de las valoraciones medias para cada conservación, y su evolución en el tiempo, hemos venido estimando a qué grado real de conservación se refieren los precios de los diferentes catálogos en los que se incluyen en sus distintas ediciones, este tipo de monedas. Así, a diferencia de los precios de moneda macuquina que en CAYÓN van variando de una conservación G en 1976, a VF en 1980 y a F en 1998 en nuestra opinión; en el caso de las monedas estampadas a rodillo estimamos que se refieren en todas las ediciones a la conservación que venimos denominando como Fine (F, equivalente al español MBC en nuestra opinión) mientras que en el caso de las diferentes ediciones de CALICÓ creemos que el criterio es el mismo que emplea para identificar el grado que corresponde a sus precios, en nuestra opinión Very Fine (VF).
De acuerdo con estos datos, en líneas muy generales podemos decir que el precio de las monedas acuñadas a rodillo permaneció constante de 1965 a 1975 (con una subida del doble para el IPC) , experimentando una brusca subida de 1975 a 1980 cuadruplicándose en 5 años (con una subida del IPC español solo del doble) mientras que solo se duplicó en el periodo de 1980 a 2000 (con una subida del IPC español de 5 veces) permaneciendo constante desde 2000 a 2010 ( con una pequeña subida del IPC español y mundial en general). Esto supuso una subida de 1 a 8 en unos 50 años, con un IPC que pasó de 1 a 20, mientras que las monedas macuquinas cuyo precio permaneció constante de 1965 a 2000, solo se duplica en 2000-2010 por lo que su subida total ha sido de 1 a 2 en los últimos 50 años en términos monetarios o corrientes. De todo ello se deduce que en términos reales (descontando inflación) la moneda estampada a rodillo tiene ahora un valor 2,5 veces menor que en 1965, ratio mas favorable que el de las macuquinas que es de unas 10 veces menor.
En cuanto a los precios en función de los grados de conservación, los resultados de las subasta indican que el paso de un grado a otro superior no supone una multiplicación por 2 de los precios como se da para las Macuquinas o los Sestercios, sino por 1,5 (lo que resulta lógico ya que estas piezas tuvieron bastante menos circulación por la apariencia de su impronta). En cuanto a los valores actuales de este tipo de piezas tomaremos como referencia para las fechas mas comunes de cada Rey: 1.200€ en F para las de Felipe II y Carlos II y 600€ en F para las de Felipe III, Felipe IV, Felipe V Carlos III y las Marías de Carlos II, todas ellas de 8 Reales.

 

FIGURA 121.1

La pieza de la FIGURA 121.1 es un 8 Reales acuñado por Felipe II en Segovia en 1589. Esta pieza, como todas las producidas en el Ingenio de Segovia por Felipe II, no incorpora sigla de Ensayador, ya que al ser toda la plata labrada en el Ingenio por este Rey, de propiedad real, no se consideraba necesario garantizar que la ley metálica era la adecuada. Esta pieza se valora en YRIARTE 1965 en 200$. CALICÓ 1970 la considera escasa (e) con un precio de 275$. CAYÓN  la valora en 32.000P en 1976, en 77.000P en 1980 y en 150.000P en 1998, siempre en grado F. CALICÓ valora esta pieza de 1589 en 115.000P en 1994 y 1.100€ en 2008, siempre en conservación VF.
La moneda tiene una muy buena apariencia aunque su alto relieve de acuñación ha sufrido un desgaste generalizado, aunque éste no afecta a partes substanciales del diseño. En estas condiciones su grado de conservación es F, al que corresponde un valor de 1.200€ en F al tratarse de, con diferencia, la fecha mas común de entre todas las de Felipe II del Ingenio, siendo además una de las variantes mas usuales. Su precio de mercado sería algo inferior debido a tener una ligera marca de acuñación de fin del riel en el lado derecho del anverso de la moneda, por lo que disminuiremos su valor en un 10%, llegando a 1.100€.

 

FIGURA 121.2

La pieza cuya fotografía se muestra en la FIGURA 121.2 es un 8 Reales de Felipe II acuñado en el Ingenio de Segovia en 1598 sin marca de Ensayador. Esta pieza como todas las acuñadas por Felipe II a partir de 1597 corresponde al tipo OMNIVM con leyenda de anverso y reverso enmarcada por una circunferencia, similar a la empleada en las piezas macuquinas. En esta moneda la fecha aparece en la parte mas alta del reverso (1598) mientras que en la otra fecha de Felipe II, 1597, la fecha está situada en la parte superior izquierda. Este tipo es algo mas raro que el de la moneda mostrada en la FIGURA anterior, con una valoración que actualmente podemos considerar como un 50% superior al de las fechas mas comunes de Felipe II del Ingenio, como el 1589.
Esta mismo sobrevaloración de esta fecha se produce en YRIARTE (240$) y sobre todo en CALBETÓ (500$ que la considera como Muy Rara (rr). CAYÓN  la valora en 54.000P en 1976, 88.000P en 1980 y 225.000P en 1998, siempre en conservación F. CALICÓ, por su parte, la valora en 285.000P en 1994 y en 1.800€ en 2008. La pieza se encuentra en  conservación VF- ya que solamente muestra gastaje en el pelo de los leones en el anverso y en los detalles mas altos de la superficie del reverso. En el grado VF- el valor de las piezas comunes de Felipe II sería de 1.600€. Al tratarse de un tipo y una fecha bastante mas escasa, como ya hemos indicado elevaríamos su valor hasta 2.400€ que también mantendríamos como precio de mercado al no encontrar factores demasiados significativos que aumenten o disminuyan el valor de la pieza.
La pieza que aparece en la FIGURA 121.3 es un 8 Reales acuñado en el Ingenio de Segovia a nombre de Felipe III en 1617 con Andres Pedrera como Ensayador representado por la letra A. A partir de Felipe III las piezas del Ingenio ya incorporan la marca de Ensayador ya que desde este reinado esta Ceca ya empieza a labrar plata por cuenta de particulares y no exclusivamente por cuenta del Rey, por lo que resultaba necesario identificar al responsable del ensayo de la aleación.

 

FIGURA 121.3

Esta pieza, juntamente con el 1620 y en cierta medida el 1618, es una de las mas comunes de Felipe III, aunque en este caso el ejemplar pertenece a una variante con un punto entre el segundo y tercer dígito de la fecha, lo que en ciertos catálogos  proporciona un pequeño incremento de precio. En general la valoración de las piezas De Felipe III, así como las de Felipe IV es del orden de la mitad de las de Felipe II. Creemos que ésto no solo obedece a una menor escasez sino mas bien al hecho de que en las piezas de Felipe II se da un mayor número de variantes, por lo que los coleccionistas especializados en este tipo de moneda tratan de conseguir el mayor número de ellas, de tal manera que la escasez relativa de cada una es mayor. Además, en general, las monedas de Felipe III, en especial el 1620, muestran una menor circulación que las de Felipe II.
Así esta pieza es valorada en YRIARTE 1965 en 100$, en CALBETÓ 1970 es considerada muy escasa (ee) con un precio de 250€. CAYÓN la valora en 20.000P en 1976, en 69.000P en 1980 y 150.000P en 1998, siempre en grado F. CALICÓ en conservación VF la valora en 150.000P en 1981, 155.000P en 1994 y en 700€ en 2008, siguiendo el patrón general de variación de precio de este tipo de piezas, que  ya hemos comentado. Esta pieza presenta un desgaste bastante generalizado que no es usual en este tipo de piezas, especialmente en su anverso por lo que su grado sería en principio F. No obstante, como el reverso es algo superior (por si mismo llegaría a VF) la graduación total de la pieza podría llegar a F+. En este grado el valor de la pieza sería 700€ como pieza usual de Felipe III. No obstante, a la vista de su pátina y del aspecto de su reverso, asignaremos a la pieza un precio de mercado de 800€.

 

FIGURA 121.4

La pieza fotografiada en la FIGURA 121.4 es un 8 Reales acuñado en el Ingenio de Segovia a nombre de Felipe III en 1620 con el Ensayador Andres Pedrera (A). Esta fecha es una de las mas comunes de Felipe III y suele encontrarse casi siempre en muy buena conservación. La valoración de esta pieza en los diferentes catálogos es la menor de las de todas las piezas de ese tipo de Felipe III. Así YRIARTE la valora en 100€, CALBETÓ 1970 la considera rara (r) y la asigna un precio de 250$. CAYÓN la valora en 16.000P en 1976, 98.000P en 1980 y 170.000P en 1998. Nótese  el gran incremento que experimenta esta pieza, en general como todas las del Ingenio entre 1975-1980. La variación de precio es mucho menos importante  a partir de esta fecha aunque quizá algo mas de lo que indica CALICÓ con 90.000P en 1981, 110.000P en 1994 y solamente 600€ en 2008. Esta baja valoración creemos que se debe a que esta pieza suele siempre estar bien conservada y a que las valoraciones de CALICÓ se refieren a piezas en una conservación inferior (VF).
La pieza se encuentra en una conservación muy buena aunque no llega al grado AU ya que  a pesar de retener gran parte del brillo original y a no ser patente gastaje alguno en el anverso, sin embargo en el reverso en la parte superior derecha del escudete de Portugal sí se observa un cierto gastaje que desdibuja los castillos de la orla exterior del escudete, por lo que su grado no llegaría a AU, manteniéndose en el XF+. En estas condiciones su precio de mercado, como pieza común de Felipe III sería el mismo de su valor, 1.500€ en XF+(1.350€ en XF y 2.000€ en AU).

 

FIGURA 121.5

Por último en la FIGURA 121.5 aparece un 8 Reales de Felipe IV acuñado en el Ingenio de Segovia en 1630 con el Ensayador Esteban Pedrera representado por la letra R. Esta pieza, a parte del rarísimo 1621, es la primera de Felipe IV producida en el Ingenio. La pieza tiene una magnifica pátina intocada lo que la confiere una apariencia muy agradable, pese a su ligero descentraje. Creemos que el valor de esta pieza es similar al de las mas comunes de Felipe IV aunque gran parte de los autores la asignan una valoración superior a la de otra fecha muy común, 1651. En esta línea se sitúa CAYÓN que valora la pieza en 20.000P en 1976, 98.000P en 1994 y 15.000P en 1998. De opinión diferente es CALICÓ que la valora en 65.000P en 1981, 80.000P en 1994 y 1.000€ en 2008, siempre en grado VF. Nosotros le asignamos un valor y un precio de mercado de 1.000€ en VF+.

 THE 8 REALES OF THE INGENIO OF SEGOVIA OF PHILIP II AND PHILIP III

This volume is dedicated to analyse the components that determine the value of a specific type of currencies, following the way of Wayte Raymond in his work “The Silver Dollars of North and South America” published in its first edition in 1939 which we generically call dollars. The allusion to Raymond is not capricious as the field that we intend to cover in this volume is the same which includes the work of Raymond, this is all the silver coins of large diameter weighing approximately between 25 and 27 grams minted in the New World since its discovery by the Spanish people to the present day, therefore covering, the so-called colonial coins, as well as those issued after the emancipation that starts in the United States in 1776 and was completed in Peru in 1824.
The exception (for less) to this principle is the 8 real cob coin, itself included in the work of Raymond (Second Edition in 1963, Raymond 1963), but in our series about The Value of the Coins is the object of a complete volume (Volume II, The Value of the Cob Coins). In this way, we will deal with the 8 real colonial coins after starting production of the columnarias ones: in 1732 in Mexico, in 1745 in Lima and in 1767 in Potosí, as well as of all series of bust coins produced by Charles III since 1772, Charles IV since 1789 and Ferdinand VII since 1808. Therefore to analyse the Latin American currencies include the ones called cord coins, all of them produced with a windmill (milled coins).
On the other hand, the volume is extended (in more) more than the Raymond 1963 so what is referring to the 8 real coins minted in the peninsula by mechanized processes, this is produced by stamping roller in the Ingenio of Segovia and then in Madrid and Seville with Philip V, as well as to those produced to mill with edge of cord coin in the Mints of Seville and Madrid within the reigns of Philip V and Charles III. We have included these coins because they also had free course in America, although by their limited circulation came to circulate there very soon and even they were resealed by George III for their circulation in the British colonies, many of them located in the American continent.
It is symptomatic that the editions of the Yeoman work “A Guide Book of the Unites States Cois” known as “The Red Book” collects in its first page a picture of a columnaria on the front and the back called “Pillar Dollar” name with which was known in America (especially in the United States) the columnaria cord coin of 8 real also known as coin of 8 (piece of eight). This coin, as well as its divisors, was vested in United States until 1857, which is why its popularity in its time was great (both columnaria currency, and the subsequent bust ones).
As well as the term “Dollar” comes from the name “Workshop” of the stout German currency started to issued in the 15th century the Tyrol, the symbol to designate the Dollar, $, is an anagram where the vertical bars represent the columns of Hercules that appear on both sides of the two worlds of the front of the columnaria coins, and on both sides of the coat of arms of the back side of the bust coins. The legend around it with the PLVS VLTRA inscription is indicative that the mythical legend of NON PLVS VLTRA (not further away) that were adorned the columns of Hercules on both sides of the Strait of Gibraltar had become obsolete after the discovery of the American continent by Christopher Columbus, under the sovereignty of the Catholic Monarchs, Isabella of Castile and Ferdinand of Aragon.
This abundance of 8 real circulating freely throughout North and South America, as well as by China and India in the Far East, it was which determined that in the United States it was not initially necessary to issue a high number of dollar coins, but the Mint of Philadelphia could focus on the production of its divisors of half, fourth and tenth of a dollar, equivalent in weight and assay value, the first two, the Spanish coins of 4 and 2 real. This is the cause of the popularity that they enjoy these coins among the collectors of the United States that in the absence of the federal Government's own emissions prior to 1794, are considered, as issued by the States before the birth of the Union, as a direct antecedent of its own national currency than in our time constitutes the means of payment more universally accepted, as it was in its day the Spanish 8 real.
An effect of be able to rely on rules of valuation of the coins produced by roller stamping in the Ingenio of Segovia and later in Madrid and Seville with which analysis we started this volume before giving details on the procedure of production of these coins, the specific characteristics to those produced in the name of each monarch and the dates and assayers who came to issue this type of coins we will give a brief brushstroke on the evolution of their prices in the past 50 years, that has followed a line for anything matching with the one of cob coins.
As in the case of the cob coins or the sesterces we have followed the evolution of the prices based on the computerized monitoring of the data provided by the various editions of catalogues, basically of Yriarte 1965, Calbetó 1970, Cayón 1976, 1980 and 1998, Calicó 1981, 1988, 1994 and 2008 and Krause 2002 for the coins of the Mint of Habsburg expanding the list with Vicenti 1968 and 1778, Aldeon 1983, Campillo 1995, Peiró 2007 for the issues of the House of Bourbon, as well as the auction catalogues organized by Cayón, Calicó, Aureo, Martí Herbera, Soler and Llach, Vico and Herrero between the Spanish people and Ponterio, Goldsberg, Sedwick, Renaissance, Ubs, Galerie De Monnais and Ars Clasica mainly among the foreigners.
In general, we have given preference to the data from lists of sale in auctions, always provided when it was possible to access to pictures with sufficient quality to determine a uniform approach about which is the grade of conservation of each sold currency, according to the scale we have been handling in these volumes of The Value of the Coins, whose detailed explanation we provide in the first posts of the first volume devoted to the Sesterces. We have hardworking to apply the same general criteria of valuation of conservation, to all kinds of coins, though each specific type will be subject to norms of estimation that we discuss in detail analysing the degree of each currency that we will reproduce in these posts.
Thus from the average valuations for each conservation, and its evolution over time, we have been estimating to which real conservation grade are referring the prices of the different catalogues in which are included in their various editions, this type of coins. Thus, unlike the prices of the cob currency in Cayón are varying from a G conservation in 1976, to VF in 1980 and F in 1998 in our opinion; in the case of coins roller stamped we believe that they are referring in all the editions to the conservation that we have been known as a Fine (F, equivalent to the Spanish MBC in our opinion) while in the case of the different editions of Calicó we believe that the criterion is the same that used to identify the grade that corresponds to their prices, in our opinion Very Fine (VF).
According to these data, in very general terms we can say that the price of the coins roller minted remained constant from 1965 to 1975 (with a rise of twice for the CPI) experiencing a sudden rise from 1975 to 1980 quadrupling in 5 years (with a rise of only of twice of the Spanish CPI) while it only doubled in the period from 1980 to 2000 (with a rise of 5 times of the Spanish CPI) remained constant since 2000 to 2010 (with a small rise in the Spanish CPI and in the world in general). This marked a rise from 1 to 8 in about 50 years, with a CPI which went from 1 to 20, while the cob coins whose price remained constant from 1965 to 2000, only doubled in 2000-2010 by what its total rise has been 1-2 in the past 50 years in monetary or ordinary terms. From this it follows that in real terms (discounting inflation) the stamped roller currency is now worth 2,5 times lower than in 1965, ratio more favorable than the one of the cob coins which is about 10 times less.
With regard to the prices based on the grades of conservation, the results of the auctions indicated that the passage of a grade to another superior does not suppose a multiplication by 2 of the prices as it is given for the cob coins or sesterces, but by 1,5 (which results logical because these coins had quite less movement by the appearance of their stamp). As for the value of this kind of coins we will take as a reference for the more common dates of each king: €1,200 in F for Philip II and Charles II and €600 in F for the ones of Philip III, Philip IV, Philip V, Carlos III and the Marias of Charles II, all of them of 8 real.
The coin of the figure 121.1 is an 8 real coined by Philip II in Segovia in 1589. This coin, like all those produced in the Ingenio of Segovia by Philip II, does not incorporate assayer acronym, that being all the silver carved in the Ingenio by this King, of real property, was not considered necessary to ensure that the metal assay value was the right one. This coin is valued in Yriarte 1965 for $200. Calicó 1970 considers it as scarce (e) with a price of $275. Cayón valued it for 32,000 pesetas in 1976, for 77,000 pesetas in 1980 and 150,000 pesetas in 1998, always in F grade. Calicó appreciated this coin of 1589 for 115,000 in 1994 and €1,100 in 2008, always in VF conservation.
The coin has a very good appearance although its high relief of coinage has suffered widespread wear, although this does not affect substantial parts of the design. In these circumstances the grade of conservation is F, which correspond a value of €1,200 in F dealing with, by far, the more common date among all the ones of Philip II of Ingenio, being also one of the more usual variants. Its market price would be quite lower due to having a light brand of coinage of end of the rail on the right side of the front of the coin, which is why we will decrease its value by 10%, reaching €1,100.
The coin whose photograph is shown in the figure 121.2 is an 8 real of Philip II coined in the Ingenio of Segovia in 1598 without assayer brand. This coin as all the ones minted by Philip II from 1597 corresponds to the OMNIVM type with the legend of the front and the back framed by a circle, similar to the one used in the cob coins. In this currency the date appears in the higher part of the back (1598) while in the other date of Philip II, 1597, the date is located in the upper left corner. This type is something rarer than the coin shown in the previous figure, with a valuation that we currently consider as 50% superior to the more common dates of Philip II of the ingenuity, as the 1589.
This same overvaluation of this date occurs in Yriarte ($240) and most notably in Calbetó ($500 that is considered it as Very Rare (rr)). Cayón valued it to 54,000 pesetas in 1976, 88,000 pesetas in 1980 and 225,000 pesetas in 1998, always in F conservation. Calicó, for his part, valued it to 285,000 pesetas in 1994 and €1,800 in 2008. The coin is in VF- conservation that only shows wear in the hair of the lions on the front and the higher details of the surface of the back. In the VF- grade the value of the common coins of Philip II would be €1,600. Dealing with a type and a date rather scarcer, as we have already indicated we would raise its value up to €2,400 that we will also stay as market price without finding factors too significant to increase or decrease the value of the coin.
The coin that appears in the figure 121.3 is a 8 real coined in the Ingenio of Segovia in the name of Philip III in 1617 with Andres Pedrera as assayer represented by the letter A. From Philip III the coins of the Ingenio already incorporate the assayer mark, since from this reign, this mint already starts to carve out silver for individuals and not exclusively for the King, it was necessary to identify the responsible person for the assay of the alloy.
This coin, along with the 1620 and to some extent the 1618, is one of the most common of Philip III, although in this case the copy belongs to a variant with a dot between the second and the third digit of the date, what in certain catalogs provides a small increase in price. In general the valuation of the coins of Philip III, as well as the ones of Philip IV is in the order of half of Philip II. We believe that it is not only due to a minor shortage but rather to the fact that a greater number of variants occurs in the coins of Philip II, by which specialized collectors in this type of coin try to get as many of them, in such a way that the relative scarcity of each is higher. In addition, in general, the currencies of Philip III, in particular the 1620, are shown a minor movement than the ones of Philip II.
So this piece is valued in Yriarte 1965 for $100, in Calbetó 1970 is considered very scarce (ee) with a price of $250. Cayón valued it for 20,000 pesetas in 1976, for 69,000 pesetas in 1980 and 150,000 pesetas in 1998, always in F grade. Calicó in VF conservation valued it for 150,000 pesetas in 1981, 155,000 pesetas in 1994 and €700 in 2008, following the general pattern of variation in price of this kind of coins, which we have already discussed. This coin presents a fairly widespread wear which is not usual in this type of coins, especially on its front by what its grade would be in principle F. However, as the back is a little higher (by itself it would reach VF) the total graduation of the coin could reach F+. In this grade the value of the coin would be €700 as usual coin of Philip III. However, in view of its patina and the aspect of its back, we assign to the coin a market price of €800.
The coin photographed in the figure 121.4 is a 8 real coined in the Ingenio of Segovia in the name of Philip III in 1620 with the Assayer Andres Pedrera (A). This date is one of the most common of Philip III and is normally almost always in very good conservation. The valuation of this coin in different catalogues is the smallest of all the coins of this type of Philip III. Thus Yriarte valued it for €100, Calbetó 1970 considered it as rare (r) and assigns it a price of $250. Cayón valued it for 16,000 pesetas in 1976, 98,000 pesetas in 1980 and 170,000 pesetas in 1998. It can be noted the large increase experienced by this coin, in general as all of the Ingenio between 1975-1980. The price variation is much less important after this date but perhaps something more than suggesting by Calicó with 90,000 pesetas in 1981, 110,000 pesetas in 1994 and only €600 in 2008. This low valuation we believe that it is due that this coin tends to always be well conserved and Calicó’s valuations are referred to coins in a lower conservation (VF).
The coin is in a very good conservation though it does not reach the AU grade since despite retaining much of the original brightness and not having any clear wear on the front, however on the back in the right superior part of the shield of Portugal it is observed a certain wear that blurs the castles of the outer border of the shield, so that is why its degree would not reach AU, staying in XF+. In these circumstances its market price, as a common coin of Philip III would be the same as its value, €1,500 in XF+ (€1,350 in XF and €2,000 in AU).
Finally in the figure 121.5 appears a 8 real of Philip IV coined in the Ingenio of Segovia in 1630 with the Assayer Esteban Pedrera represented by the letter R. This coin, part of the extremely rare 1621, is the first of Philip IV produced in the Ingenio. The coin has a magnificent untouched patina which gives a pleasant appearance, despite its slight decentering. We believe that the value of this coin is similar to the one of the more common of Philip IV but much of the authors assign a higher valuation than another very common date, 1651. In this line Cayón is situated who values the coin for 20,000 pesetas in 1976, 98,000 pesetas in 1994 and 15,000 pesetas in 1998. A different view is the one of Calicó that values it for 65,000 pesetas in 1981, 80,000 pesetas in 1994 and €1,000 in 2008, always in VF grade. We will attach a value and a market price of €1,000 in VF+.

 

Ultima modificacion el Martes 11 de Febrero de 2014 11:21
Ernesto Gutiérrez Guinea

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