El reinado de Fernando VII fue uno de los mas azarosos, y en la opinión de la mayoría de los historiadores, nefasto, reinado de la Historia de España. Cuando Fernando es aclamado como Rey por la población de Madrid en marzo de 1808 tras el motín de Aranjuez, el derrocamiento del ministro Manual Godoy y la abdicación de su padre, Carlos IV, ningún español pensaba que en los siguientes 25 años la monarquía hispánica fuera a atravesar por tal cúmulo de vicisitudes, alternativas y calamidades que la iban a hacer pasar de ser uno de los Estados mas prósperos y respetados de Europa, a una suerte de territorio desdichado que viviría una situación de guerra declarada, contra Francia, o latente, entre las distintas facciones que se disputaban el gobierno, lo que terminaría liquidando sus colonias americanas, empobreciendo la vida de los ciudadanos, despertando la animosidad entre éstos y perdiendo el papel de potencia mundial que venía desempeñando desde el tiempo de los Reyes Católicos.
El primer avatar a afrontar fue la llamada Guerra de la Independencia, en la que España fue uno de los países que se enfrentó abiertamente con los ejércitos napoleónicos para, ciertamente, defender sus instituciones tradicionales, pero también para muchos españoles, para asegurarse la garantía de que sus intereses quedaran amparados por estas instituciones, no solo por la benevolencia de los reyes, que al comenzar estas crisis no habían dudado en poner por delante sus intereses personales y dinásticos relegando los de sus súbitos, haciendo de la Corona una parte mas de su patrimonio familiar, como se evidenció por las posiciones tomadas por Carlos IV y Fernando VII frente al poder de Napoleón.
Esta Guerra de Independencia, no fue un conflicto al uso de los que venían enfrentando a las potencias europeas desde el Renacimiento o de los que mantuvieron: Inglaterra, Austria o Rusia, frente al Imperio Napoleónico, reducido a algunas batallas campales entre ejércitos profesionalizados liquidado con concesiones territoriales en un tratado de paz, sino que fue una lucha a ras de tierra donde se combatía por el poder en cada ciudad o ayuntamiento y en el que los derrotados de un bando o de otro sufrían atroces represalias con fusilamiento de los que no estaba excluida la población civil, con saqueo de ciudades, demolición de viviendas y destrucción de cultivos.
A lo largo de la Guerra se va desarrollando tanto en el ejército, como en las guerrillas y en la población civil en general que combatía contra José Bonaparte, un sentimiento de reivindicación de la soberanía que va dejando de ser atribuida a los reyes, para ser considerada como un atributo del pueblo, la soberanía nacional, que podría ser delegada en sus representantes, en línea con la doctrina liberal formulada por los enciclopedistas franceses y especialmente por Juan Jacobo Roseau en su obra El Contrato Social. A este sentimiento contribuyen factores tan aparentemente opuestos como el contacto de los españoles con las tropas de Inglaterra, que ya había asumido su revolución liberal en 1688, que ayudaron decisivamente a España contra Napoleón, como los soldados franceses que también, como el propio Emperador, eran hijos de la Revolución Francesa, cuyos principios contribuyeron a extender por Europa.
Desgraciadamente, el triunfo sobre Francia y la expulsión de sus ejércitos de España en 1814 no fue aprovechada por un restaurado Fernando VII para consolidar el régimen al que debía el trono, expresado por la Constitución de 1812 elaborada en Cádiz por Cortes elegidas por sufragio universal, sino que en línea con lo que estaba ocurriendo en Europa, supuso el restablecimiento en su integridad del llamado Antiguo Régimen, la derogación de un Parlamento representativo, la vuelta de la Inquisición, el fortalecimiento del poder real absoluto, y una represión que impulso la ejecución de todos aquellos que apoyaban un régimen liberal.
Esta etapa del reinado de Fernando VII quedó interrumpida ante el pronunciamiento en Cabezas de San Juan del ejército que, al mando del general, Riego, debía partir para América en 1820 para sofocar la rebelión de las colonias americanas. Ésto daría lugar a un paréntesis, el llamado trienio liberal (1821-1823), en el que el rey hubo de restablecer la Constitución de 1812 y nombrar un gobierno representativo.
La intervención de la llamada Santa Alianza, coalición de las potencias absolutistas de Europa, con la entrada en España de tropas francesas, los llamados cien mil hijos de San Luis, permitió a Fernando VII la restauración del régimen absolutista durante la llamada “década ominosa” (1823-1833) que solo concluiría con la muerte del Rey en 1833, dejando en el trono a una menor de edad: Isabel II, bajo la regencia de su esposa: María Cristina, ante la cual quedaban alineadas las fuerzas políticas: los llamados “apostólicos” partidarios de la sucesión en la persona de Carlos, hermano del rey, y los liberales, partidarios de Isabel II, cuya lucha armada ensangrentó a España a través de tres guerras civiles consecutivas, a lo largo del siglo XIX.
Estas vicisitudes políticas que hemos brevemente sumarizado, tuvieron un directo reflejo en las emisiones numismáticas de este reinado, especialmente en las peninsulares, ya que en los territorios americanos de la corona española, el conflicto fue entre realistas e independentistas. Particularmente, las emisiones de piezas de 8 Reales en Madrid, ya asentada en 1814 como capital de la nación, emitió uno u otro tipo de moneda, dependiendo del tipo de régimen: absolutista, liberal y nuevamente absolutista. Así, la pieza de la FIGURA 132.5 es representativa del tipo de moneda emitida a nombre de Fernando VII por las Juntas que en diferentes ciudades se pronunciaron a favor de los derechos del Rey y en contra de Napoleón. En este caso, la pieza fue emitida por la llamada Junta Suprema del Reino durante su estancia en Sevilla (1808-1810) antes de tener que trasladarse a Cádiz, ante la ocupación de esta ciudad por el ejército francés.
Figura 132.1
La pieza de la FIGURA 132.1, por el contrario, está emitida bajo el gobierno absolutista de Fernando VII, en Madrid en 1816, ya abolida Constitución de Cádiz de 1812. El régimen liberal que gobernó España de 1820 a 1823, bajo la advocación de Fernando VII una vez recortados sus poderes, está representada en esta entrada, por dos piezas: la de la FIGURA 132.2, emitida en Madrid en 1822 y la de la FIGURA 132.3, emitida en Barcelona en 1823. Debemos notar que así como la pieza de 1816 porta la leyenda tradicional en latín con el título de Rey de las Españas por la Gracia de Dios, en estas dos últimas monedas, la leyenda atribuye los títulos del rey, no solo a la Gracia de Dios, sino también a la Constitución, en la manera que se continuaría procediendo con la hija de Fernando: Isabel II. Esta mención a la Constitución, en este caso la de 1876, que restauró a los Borbones tras el derrocamiento de Isabel en 1868, continuará apareciendo, si bien atemperada, en las monedas de su hijo: Alfonso XII, y de su nieto: Alfonso XIII, bajo el título de Por la Gracia de Dios Rey Constitucional de España. Por último, la moneda de la FIGURA 132.2, acuñada en 1824, vuelve al tipo de retrato tradicional del Rey con corona de laurel, con exclusión del nombre de la Constitución en la leyenda, así como a la denominación en Reales de Plata (8 Reales) en lugar de Reales de Vellón (20 Reales) como se había dado durante el reinado de José Bonaparte a partir de 1809. La tirada de las piezas de 8 Reales de Fernando VII de Madrid nos son dadas, para la mayoría de los años, por HERRERA en El Duro en 1914, por lo que podemos observar un cierto incremento en las cantidades emitidas respecto a la de las piezas de 8 Reales de Madrid de Carlos IV, que merced a su identidad de contenido metálico, continuaron circulando hasta bien entrado el reinado de Isabel II. Para Fernando VII, desde 1814 a 1820 se emitieron una media de 1.050.000 ejemplares de 8 Reales en Madrid, aproximadamente un 50% mas de piezas que las de Carlos IV (700.000) y un 300% respecto a las de Carlos III (350.000). Esto hace que las piezas de Fernando VII de 8 Reales del periodo de 1814 a 1820, así como las de Sevilla, sean mas escasas que las de Carlos IV, acuñadas en estas dos ciudades. En cuanto a su precio, estimamos que en grado Fine (F) son la tercera parte de los precios de las piezas comunes de Carlos III (450€), ésto es 150€ en F, y un tercio mas que las de Carlos IV (225€). Mucho mas difíciles son las piezas de 8 Reales emitidas por Fernando VII después del trienio constitucional (1820-1823). Así, la de 1823 con un tiraje de 10.984 ejemplares la valoramos como entre Muy Rara (RR) y Rarísima (RRR), con un precio de 6 veces el de las piezas comunes (1814-1820); la de 1824, con un tiraje de 55.984, entre Rara y Muy Rara con un precio de tres veces el de los ejemplares comunes; la de 1825, con 22.305 ejemplares, como Muy Rara, con un precio de cuatro veces el de las piezas comunes; y la de 1830, con 652 ejemplares, como extraordinariamente Rara (RRRR) , con un precio de 16 veces el de los ejemplares comunes. En cuanto a las piezas emitidas por Fernando VII durante el trienio constitucional, todas ellas son mas difíciles de conseguir que las del periodo de 1814 a 1820. La de 1823 de Madrid tiene la condición de Rarísima (8 veces el precio de las piezas comunes), y la de 1822 de Barcelona, la de Muy Rara (4 veces el precio de las piezas comunes), siendo las de: 1822 y 1823 de Madrid, 1823 de Barcelona y 1822 y 1823 de Sevilla, la de Raras (con un precio de 2 veces el de las piezas comunes). La pieza que aparece en la FIGURA 132.1 es un 8 Reales de Fernando VII acuñado en Madrid en 1816 con los Ensayadores Gregorio Lázaro y José Sánchez (GJ). Esta pieza es valorada en CALICÓ 2008 en 150€ en VF, estimación que consideramos muy ajustada a su valor real de mercado. CAYÓN 1998, por el contrario, la valora también en 25.000P pero si por coherencia, con lo que estamos suponiendo para el resto de las piezas, este precio es para un ejemplar en F, este precio sería alto. Por su interés en relación con las piezas de Fernando VII citaremos los precios de salida de los tipo de piezas que figuran en esta entrada en las subasta organizada por el Círculo Cilatelico y Numismático en Barcelona en el 29 de marzo de 2000 con prácticamente todos los tipos y fechas de monedas de este Rey. Pues bien, la pieza de 1816 de Madrid en XF- se valora en 20.000P. El presente ejemplar tiene gastaje en las partes mas elevadas como la patilla del rey y la mitad de los nervios de la corona, por lo que la graduaremos como VF+. En estas condiciones su valor y precio de mercado, de acuerdo con el criterio que anteriormente hemos expuesto será de 200€ (185€ en VF y 250€ en XF).
Figura 132.2 La pieza fotografiada en la FIGURA 132.2 es un 8 Reales acuñado a nombre de Fernando VII en 1824 en Madrid, con los Ensayadores Antonio Rafael Narvaez y José Garcés (AJ). Esta pieza está valorada en CALICÓ 2008 en 500€. CAYÓN 1998 valora esta pieza, a nuestro juicio exageradamente, en 200.000P; si asumimos igual que en el caso anterior que la conservación es F, por el contrario, este precio no sería excesivo si nos atemos a la indicación que figura en el comienzo del catálogo en el sentido que los precios indicados, lo son para conservaciones en EBC; no obstante, creemos que ello es así, para las piezas del Centenario, pero no para las anteriores, ya que de lo contrario, la mayoría de esas piezas estarían claramente minusvaloradas. En la subasta referida el ejemplar de 1824 en VF salió en 50.000P, mientras que el Extraordinariamente Raro 1830 en F+ salió en 400.000P. Esta pieza se encuentra en F+ ya que su desgaste es generalizado, viéndose el contorno de las hojas de laurel de la corona, pero no sus nervios, ni tampoco parte alguna de la corona del león del segundo cuartel del escudo del reverso. En estas condiciones, su valor y precio de mercado es algo mas que tres veces el de los 160€ en F+ de las piezas de 8 Reales comunes de Fernando VII, ésto es 500€.
Figura 132.3
La pieza que aparece en la fotografía de la FIGURA 132.3 es un 20 Reales de Vellón de Fernando VII acuñado en Madrid en 1822 con los Ensayadores José Sánchez y Isidoro Ramos (SR). Esta pieza se valora en CALICÓ 2008 en 500€, precio que consideramos excesivo en conservación VF. En este caso creemos que es mas ajustada la valoración de CAYON 1998: 25.000P en lo que suponemos grado F. En la subasta mencionada el ejemplar de 1822 de este tipo, en VF, salió en 15.000P, mientras que el Rarísimo 1821 de Madrid salió en XF en 250.000P.
Pese al buen aspecto de esta pieza, atribuido fundamentalmente al brillo original que rodea a sus leyendas, no podemos llegar a graduarla mas allá de VF+ debido al gastaje evidente que presenta en sus partes mas altas como son la patilla del Rey y la mecha central del pelo, así como en la melena del león del segundo cuartal del escudo del reverso. En estas condiciones, el valor y el precio de mercado de esta pieza, que consideramos como Rara, será el doble de el de las piezas comunes de Fernando VII en VF+ (200€), ésto es 400€.
Figura 132.4
La pieza de la FIGURA 132.4 es un 20 Reales de Vellón de Fernando VII acuñada en Barcelona en 1823 con los Ensayadores Simeón Sola Roca y Francisco Paradaltas (SP). A nuestro juicio, esta fecha de Barcelona está sobrevalorada tanto en CALICÓ 2008, como en CAYÓN 1998, con 500€ en VF y 800.000P en F, respectivamente, como creemos que queda acreditado por el precio de 30.000P de salida, que se fijó en la subasta mencionada para un ejemplar de esta misma fecha y Ceca en XF. La presente pieza muestra gastaje solo en una pequeña parte de la patilla y parte de la melena del león del segundo cuartel del escudo del reverso; también mantiene un brillo completo a lo largo de toda la superficie de anverso y reverso, por lo que la pieza tiene la apariencia de nueva. En estas condiciones, podemos asignarla el grado XF. Dada la condición de Rara que ya hemos comentado, su precio sería el doble del de las comunes de 8 Reales de Plata de Fernando VII (250€ en XF), por lo que su valor y precio de mercado sería de 500€ en XF.
Figura 132.5
Por último la pieza de la FIGURA 132.5 es un 8 Reales de Fernando VII acuñado en Sevilla en 1809 con un tipo específico de busto del Rey que solo se utilizó en Sevilla durante los años 1908 y 1809. Los Ensayadores son Carlos Tiburcio de Roxas y Nicolás Lamas (CN). Creemos que tanto CALICÓ 2008, como CAYÓN 1998 sobrevaloran este tipo de pieza, con 300€ en VF y 30.000P en F, respectivamente. Nosotros creemos que este tipo es solo ligeramente mas escaso que el tipo normal empleado en Madrid y Sevilla desde 1814. En la subasta mencionada, la pieza de 1809 de Sevilla en XF, tuvo un precio de salida de 20.000P.
La presente pieza tiene buen aspecto, así como gran parte de su apresto original, con desgaste solo en las partes mas altas como son la zona central del pelo, las melenas de los leones y los pies de los castillos del escudo del reverso. Pese a ello, no podemos llegar al grado XF, quedándonos con el de VF+. En estas condiciones su valor y precio de mercado es el de las piezas comunes de Fernando VII: 200€ en VF+.
12. THE ISSUES OF MADRID OF 8 REALES DE FERDINAND VII
The reign of Ferdinand VII was one of the most eventful, and in the opinion of most historians, the most disastrous reign of the history of Spain. When Fernando is proclaimed King by the population of Madrid in March 1808 after the Mutiny of Aranjuez, the overthrow of the Minister Manuel Godoy and the abdication of his father, Charles IV, any Spanish thought that in the next 25 years the Hispanic monarchy would go through such cluster of vicissitudes, alternatives and calamities that will make one of the most prosperous and respected States in Europe, a fate of unfortunate territory that would live a State of war declared against France, or latent, between the various factions which were vying for the Government, what would end liquidating its American colonies, impoverishing the lives of its citizens, arousing the animosity between them and losing the role of world power that came to play from the time of the Catholic Monarchs.
The first avatar to face was the so-called War of Independence, in which Spain was one of the countries clashed openly with the Napoleonic armies certainly for defending their traditional institutions, but also for many Spanish, to ensure the guarantee that their interests were covered by these institutions, not only by the benevolence of the Kings, who at the beginning of these crises had not hesitated to put their personal and dynastic interests ahead relegating those of their subjects, making the Crown become a part of their family wealth, as evidenced by the positions taken by Charles IV and Ferdinand VII against the power of Napoleon.
This War of Independence was not a conflict as those they came to face the European powers since the Renaissance or as those which England, Austria or Russia held against the Napoleonic Empire, reduced to some pitched battles between professional armies paid with territorial concessions in a peace treaty, but it was a fight at ground level where they fought for the power of every city or town hall and in which the defeated of a side or another suffered atrocious reprisal execution of which the civilian population was not excluded, with plundering of cities, demolition of houses and destruction of crops.
Throughout the War it grows in the army, as well as in the guerrillas and civilians in general that fought against Joseph Bonaparte, a sense of vindication of sovereignty which stopped being attributed to the Kings, and start to be considered as an attribute of the people, national sovereignty, which could be delegated to their representatives according to the liberal doctrine formulated by the French Encyclopaedists and especially by Juan Jacobo Roseau in his work The Social Contract. Factors so apparently opposed as the Spanish contact with troops from England, which had already assumed his liberal revolution in 1688, which decisively helped Spain against Napoleon, as the French soldiers who, as the emperor himself, were also sons of the French Revolution, whose principles contributed to expand it over Europe contribute to this feeling.
Unfortunately, the triumph over France and the expulsion of its armies of Spain in 1814 was not used by the restored Ferdinand VII to consolidate the regime to which he owed the throne, expressed by the Constitution of 1812 drawn up in Cádiz by courts elected by universal suffrage, but in line with what was happening in Europe, there was the restoration in its entirety of the so-called Old Regime, the repeal of a representative Parliament, the return of the Inquisition, the strengthening of The absolute royal power and repression that boosted the execution of the ones who supported a liberal regime.
This stage of the reign of Ferdinand VII was interrupted by the pronouncement in Cabezas de San Juan of the army which, under the command of the General Riego, should depart for America in 1820 to stifle the rebellion of the American colonies. This led to a parenthesis, the so-called Liberal Triennium (1821-1823), in which the King had to restore the Constitution of 1812 and appoint a representative Government.
The intervention of the so-called Holy Alliance, coalition of the absolutist powers of Europe, together with the entrance in Spain of French troops, the so-called one hundred thousand sons of Saint Louis, allowed Ferdinand VII the restoration of the absolutist regime during the so-called "Ominous Decade" (1823-1833) which would only end with the King's death in 1833, leaving the throne to a minor: Isabella II of Spain, under the Regency of his wife: Maria Cristina, to which political forces were aligned: the so-called "Apostolic" supporters of the succession in the person of Charles, the King's brother, and the Liberals, supporters of Isabella II, whose armed struggle stained Spain with blood through the three consecutive civil wars, during the 19th century.
These political vicissitudes, that we have briefly summarized, had a direct reflection on the numismatic issues of this reign, especially in the peninsular ones, because in the American territories of the Spanish Crown, the conflict was between independentists and royalists. In particular, issues of coins of 8 reales in Madrid, already based in 1814 as capital of the nation, were minted with one or another type of coin, depending on the type of regime: absolutist, liberal and absolutist again. Thus, the coin of Figure 132.5 is representative of the type of currency issued in the name of Ferdinand VII by the Juntas which voted in favour of the rights of the King and against Napoleon in different cities. In this case, the piece was issued by the so-called Supreme Junta of the Kingdom during his stay in Seville (1808-1810) before being moved to Cadiz, because of the occupation of this city by the French army.
The coin of Figure 132.1, on the other hand, is issued under the absolutist Government of Fernando VII, in Madrid in 1816, after being abolished the Constitution of Cadiz of 1812. The liberal regime which ruled Spain from 1820 to 1823, under the appealing of Ferdinand VII once his powers were reduced, is represented in this post, by two pieces: Figure 132.2, issued in Madrid in 1822 and Figure 132.3, issued in Barcelona in 1823. We should note that as well as the coin of 1816 has the traditional legend in Latin with the title of King of the two Spains by the grace of God, in these last two coins, the legend attributes the titles of the King, not only to the grace of God, but also to the Constitution, in the way which would continue proceeding with the daughter of Ferdinand: Isabella II.
This mention of the Constitution, in this case that of 1876, which restored the Bourbons after the overthrow of Isabella in 1868, will continue to appear, although attenuated, in the coins of his son: Alfonso XII, and his grandson: Alfonso XIII, under the title of the grace of the constitutional God King of Spain. Finally, the coin of Figure 132.2, coined in 1824, used again the type of traditional Portrait of the King with the crown of laurel, with the exclusion of the name of the Constitution in the legend, as well as the denomination in Reales of silver (8 Reales) rather than Reales of billon (20 Reales) as it had been during the reign of Joseph Bonaparte from 1809.
The production of coins of 8 reales of Ferdinand VII in Madrid are given, for most of the years, by HERRERA on El Duro in 1914, which is why we can observe some increase in quantities issued on the coins of 8 reales in Madrid of Charles IV, that thanks to its identification of metal content, they continued to circulate until well into the reign of Isabella II. For Ferdinand VII, from 1814 to 1820, an average of 1.050.000 copies of 8 reales in Madrid were issued, approximately 50% more coins than for Charles IV (700,000) and a 300%more than for Charles III (350,000). This makes that coins of Ferdinand VII of 8 reales of the period from 1814 to 1820, as well as those of Seville, are scarcer than those of Charles IV, minted in these two cities. In terms of price, we estimate that, in grade Fine (F), they are the third part of a common coin of Charles III (€450) prices, this is €150 in F, and a third more than those of Charles IV (€225).
In terms of price increases with each grade of conservation, for these pieces of Ferdinand VII, we believe that the increase is of 25%, while Charles III was of 100% and Charles IV of 50%. This is due to the time of circulation of these coins, which was much inferior, since as we have indicated, they were being withdrawn in the early years of the reign of Isabella II. On the other hand, coins of four and two reales of Ferdinand VII of this period, especially those of Seville, continued its circulation for a long time, so although they were issued in large quantities, today is much more difficult to find them in conservation VF or more than coins of eight reales of this king.
It is much more difficult to find coins of 8 reales issued by Ferdinand VII after the Liberal triennium (1820-1823). Thus, the coins of 1823, with a production of 10.984 copies, we value them between very rare (RR) and extremely rare (RRR), with a price of 6 times that of common coins (1814-1820); coins of 1824, with a production of 55.984, between rare and very rare with a price of three times of the common copies; those of 1825, with 22.305 copies, as very rare, with a price of four times that of common coins; and those of 1830, with 652 copies, as extremely rare (RRRR), with a price of 16 times that of the common copies.
As regard the coins issued by Fernando VII during the Liberal Triennium, all of them are more difficult to obtain than those of the period from 1814 to 1820. Those of 1823 of Madrid have the status of extremely rare (8 times the price of the common ones), and those of 1822 of Barcelona, very rare (4 times the price of common coins), being those of 1822 and 1823 of Madrid, those of 1823 of Barcelona and 1822 and 1823 of Seville, rare (with a price of 2 times of common coins).
The coin that appears in Figure 132.1 is an eight-real coin of Ferdinand VII coined in Madrid in 1816 with the Assayers Gregorio Lázaro and José Sánchez (GJ). This piece is valued by Calicó 2008 at €150 in VF, a value that we consider very close to its actual market value. On the other hand, Cayón 1998 also valued it at 25,000 pesetas but being consistent with what we are assuming for the rest of the coins, this price for one copy in the F would be high. For its interest in relation to coins of Ferdinand VII, we will mention the starting prices of the types of coins contained in this post in the auction organised by the Círculo Cilatelico y Numismatico in Barcelona on 29 March 2000, with practically all types and dates of coins of this King.
Thus, the coin of 1816 of Madrid in XF- is valued at 20,000 pesetas. The present copy has wear in the higher parts as the King’s sideburn and half of the nerves of the crown, which is why we give it a grade of VF+. In these circumstances, its value and market price, according to the criteria which we have previously outlined will be €200 (€185 in VF and €250 in XF).
The coin photographed in Figure 132.2 is a coin of 8 reales minted in the name of Ferdinand VII in 1824 in Madrid, with the Assayers Antonio Rafael Narvaez and José Garcés (AJ). This piece is valued in Calicó 2008 at €500. Cayón 1998 values this coin in our view overly, at 200,000 pesetas; if we assume as well as in the previous case that its conservation is F, on the contrary, this price would not be excessive if we abide to the indication contained in the beginning of the catalogue in the sense that the indicated prices are for a conservations EBC; however, we believe that this is so, for coins of the centenary, but not for the previous ones, since otherwise, the majority of these coins would be clearly undervalued.
In the aforementioned auction, the copy of 1824 in VF was sold at 50,000 pesetas, while the extremely rare of 1830 in F+ was sold at 400,000 pesetas. This piece is in F+, because its wear is widespread, being able to see the outline of the leaves of the crown of laurel, but not its nerves, nor any part of the crown of the lion of the second quadrant of the coat of arms of the back. In these circumstances, its value and market price is a little more than three times the price of €160 in F+ of common coins of 8 reales of Ferdinand VII, this is €500.
The coin that appears in the picture of Figure 132.3 is a 20 reales of billon of Ferdinand VII coined in Madrid in 1822 with the Assayers José Sánchez and Isidoro Ramos (SR). This coin is valued in Calicó 2008 at €500, price that we consider excessive in a conservation VF. In this case, we believe is more adjusted the valuation of Cayón 1998: 25,000 pesetas in, what we assume, grade F. In the aforementioned auction, the copy of this type of 1822, in VF, was sold at 15,000 pesetas, while the extremely rare of 1821 of Madrid in XF was sold at 250,000 pesetas.
Despite the good aspect of this piece, mainly attributed to the original sparkle that surrounds its legends, we cannot come to graduate it more beyond VF+ due to the obvious wear that presents in its highest parts as the King’s sideburn and the central lock of hair, as well as the mane of the lion of the second quadrant of the coat of arms in the black. In these circumstances, the value and the market price of this piece, which we consider as rare, will be twice of the common coins of Ferdinand VII in VF+ (€200), this is €400.
The piece of Figure 132.4 is a 20 reales of billon of Ferdinand VII minted in Barcelona in 1823 with the Assayers Simeón Sola Roca and Francisco Paradaltas (SP). In our view, this date of Barcelona is overestimated by both Calicó 2008 and Cayón 1998, with €500 in VF and 800,000 pesetas in F, respectively, as we believe that there is already credited by the starting price of 30,000 pesetas, which was set at the auction referred to a copy of this same date and mint in XF.
This coin shows wear only in a small part of the sideburn and in a part of the mane of the lion of the second quadrant of the coat of arms of the back; It also maintains a full brightness over the entire surface of front and back, so that the coin has the appearance of new. In these circumstances, we can assign it the XF grade. Given the status of rare that we have already discussed, its price would be the double of the common coins of 8 reales of silver of Ferdinand VII (€250 in XF), so its value and market price would be €500 in XF.
Finally, the coin of Figure 132.5 is an 8 reales of Ferdinand VII coined in Seville in 1809 with a specific type of the bust of the King solo used in Seville during the years 1908 and 1809. The Assayers are Carlos Tiburcio de Roxas and Nicolás Lamas (CN). We believe that both, Calicó 2008 and Cayón 1998 over-value this type of coin, with €300 in VF and 30,000 pesetas in F, respectively. We believe that this type is only slightly scarcer than the normal type used in Madrid and Seville from 1814. In the aforementioned auction, the coin of 1809 of Seville in XF had a starting price of 20,000 pesetas.
This piece has good appearance, as well as much of its original finishing with wear only in the higher parts as the central area of the hair, the manes of lions and the foot of the castles of the coat of arms of the back. Despite this, we cannot reach the XF grade, giving it the VF grade. In these circumstances, its value and market price is that of the common pieces of Ferdinand VII: €200 in VF+.