27/07/2019
Chick Corea
Si en el jazz hablamos de pianistas actuales no podemos dejar fuera a Chick Corea (Armando Anthony Corea), que sigue siendo, a sus 78 años, uno de los grandes. Comenzó a tocar el piano a los cuatro años en Chelsea, en el Estado de Massachusetts, ciudad en la que nació en junio de 1941. Fue su padre, trompetista y compositor, quien le inició en la música y le inculcó el amor por ella. Sus primeros años de formación en clásica le han conferido una gran solidez como intérprete y como compositor y ya en los años finales de su formación académica, escuchando el jazz que se hacía en esos años, se decantó por este estilo y a los 19 años decidió trasladarse a Nueva York para iniciar su carrera como músico de jazz. A partir de ese momento comienza el eclecticismo musical de Chick Corea que le hace pasar por diferentes estilos.
Chick Corea (Festival de Jazz de San Sebastián, 29/07/2018)
Sus primeros trabajos le llevaron al jazz latino, primero en la orquesta del cubano Phil Barboza y después con Mongo Santamaría. Acompañó en muchas ocasiones a Sarah Vaughan y posteriormente se unió al grupo de uno de los más importantes saxos tenores de la historia del jazz, Stan Getz. En 1968 Miles Davis lo incorporó a su grupo para sustituir a Herbie Hancock -otro pianista excepcional, con una carrera paralela a la de Corea y con quien años después realizaría varios conciertos de dúo de pianos-, lo que le hizo ser aún más conocido. Davis no sólo ha sido una influencia para muchos de los trompetistas que le han seguido, sino que ha catapultado a la fama a un gran número de intérpretes que actuaron con él. Es el caso de Chick Corea; su paso por el grupo de Davis le supuso un mayor reconocimiento además de adentrarse en el estilo de jazz fusión que por esos años practicaba Miles Davis. Para Chick Corea fue un salto definitivo, tanto es así que, una vez que dejó el grupo de Davis un par de años después, creó su propio grupo, Circle, con el que grabó varios discos y en 1972 Return to Forever, posiblemente su grupo de mayor éxito.
No resulta fácil encuadrar a Chick Corea en un determinado estilo, porque es un músico polifacético, de los denominados eclécticos, que ha combinado diferentes estilos y transitado por ellos. Ha dicho en más de una ocasión que sus gustos son muy variados, pero exceptuando algunos periodos de su trayectoria como el tiempo que estuvo con Miles Davis y algunos otros con predominio del jazz fusión y el jazz rock, la influencia de la música latina ha sido una constante en su carrera. En 1974 el guitarrista Al Di Meola se incorporó a Return to Forever, remarcando aún más el acercamiento del grupo a la música latina. Di Meola tocó en varias ocasiones con el guitarrista español Paco de Lucía y eso hizo que también Chick Corea actuara con él, y trabara una gran amistad con el guitarrista de Algeciras. También compartió y continúa compartiendo algunos conciertos con Jorge Pardo y Niño Josele, entre otros músicos españoles. Y es que Chick Corea siempre ha estado interesado por determinada música española. Ya en 1971 compuso uno de los temas que más ha tocado y no sólo él, porque también lo han interpretado otros muchos músicos; me refiero a Spain, un tema que se inicia con las notas del segundo movimiento del Concierto de Aranjuez, de Joaquín Rodrigo.
Desde esa época -estoy hablando de la década de 1970- la música latina siempre ha estado presente en la mayoría de los conciertos de Chick Corea con los diferentes grupos que ha ido creando. Pero no sólo la música latina, porque ya he dicho que ha interpretado estilos diferentes y aunque es uno de los más de 300 músicos que Nat Chediak incluye en su Diccionario de Jazz Latino (ya hablé de ese libro en el artículo "Jazz Latino"), Chick Corea transciende esa clasificación y así lo atestiguan sus más de 90 discos grabados y que es uno de los músicos en activo que más nominaciones y premios Grammy posee. Su penúltimo disco, Chinese Butterfly, lo ha grabado junto al baterista Steve Gadd, la colaboración entre ambos músicos viene de lejos, y en ese álbum, compuesto por dos CD con un total de ocho temas, Corea ha querido plasmar la variedad de estilos por los que se ha movido a lo largo de su carrera. Hay algo nuevo, como el tema que da título al álbum, también fusión y temas clásicos de su repertorio, como Return to Forever, y no falta lo latino con A Spanish Song. Lo grabaron a finales de 2017 y lo han estado presentando durante el año 2018. Pero enseguida se puso manos a la obra con el siguiente disco, que acaba de salir a la venta a finales del pasado mes de junio, Antidote es su título, con el que Corea profundiza en la música latina, más específicamente de origen español, y en el que a su grupo habitual añadió la participación de Jorge Pardo, Niño Josele y Luisito Quintero más las voces de Rubén Blades, Gaile Moran y María Bianca. De nuevo Chick Corea quiere compendiar en un disco todas sus vivencias musicales.
Chick Corea es un habitual de los mejores festivales internacionales de jazz y este verano he tenido la ocasión de verlo en directo en Madrid con la banda que le acompaña en muchas ocasiones, The Spanish Heart Band, en Noches del Botánico (https://www.nochesdelbotanico.com/). Aprovecho la ocasión ("que el futuro es muy oscuro", dice el tanguillo) para decir que en esta cuarta edición de este festival (estupendo, por otra parte) los directores del mismo se han "pasao" un pelín en la subida del precio de las entradas, aproximadamente un 100% más que en el de 2018. Llevan cuatro años y ya han puesto los precios de las entradas al nivel de festivales tan prestigiosos y veteranos como los de Newport o Montreux. Quizás ese sea uno de los motivos por lo que este año no se han agotado las entradas en varios conciertos y se han visto bastantes huecos, seguramente más de los que sus organizadores habrían estimado en principio. Ya veremos en 2020.
Pero sigo con Chick Corea y ahora hablando del concierto en el escenario del Jardín Botánico de la Universidad Complutense de Madrid. Fue un concierto doble, como algunos otros que ha programado Noches del Botánico, porque al grupo de Chick Corea antecedió Paco de Lucía Project, un grupo compuesto por los miembros de la banda que solía acompañar al famoso guitarrista y que está llevando el espíritu de Paco de Lucía por todo el mundo. Y es que el recuerdo a Paco de Lucía fue el hilo conductor de toda la noche y Chick Corea lo nombró en más de una ocasión. Chick Corea se presentó con The Spanish Heart Band, formada por Michael Rodríguez (trompeta), Steve Davis (trombón), Carlitos del Puerto (bajo) y Marcus Gllmore (batería), a los que se unieron Jorge Pardo (saxo y flauta), Niño Josele (guitarra), Luisito Quintero (percusión) y Nino de los Reyes (baile), que ya han tocado y grabado en numerosas ocasiones con Corea.
Chick Corea y The Spanish Heart Band. Madrid, 26 julio 2019
Nada de intimismo en esta ocasión, porque fue un espectáculo musical por todo lo alto y casi exclusivamente basado en los temas que componen el disco Antidote que acababa de publicarse. En esta gira Chick Corea está dispuesto a darlo todo. Lo primero que hizo Corea cuando salieron él y sus músicos fue agradecer la asistencia del público y presentar a los miembros de su banda. A Corea le gusta España, su música y visita con frecuencia este país, pero lo de su idioma se ve que lo ha dejado para cuando sea mayor, así que todo fue en inglés, salvo cuando le pidió a Jorge Pardo que presentara Duende.
Chick Corea en Noches del Botánico. Madrid, 26 julio 2019
Comenzó con Pas de deux, tema inspirado en un ballet de Igor Stravinsky, para enlazar con el que da título al álbum, Antidote, "vacúnate" (dice su letra) contra la inhumanidad. Con The Yellow Nimbus Corea hizo su primer homenaje a Paco de Lucía, hablando de la aureola que rodeaba al guitarrista. Fuimos escuchando los solos de Pardo, Rodríguez y Davis y viendo (y también oyendo) el baile de Nino mientras llegaba la suavidad de Duende. Y la guinda de la noche fue Zyryab, una composición de Paco de Lucía que ya grabaron juntos en 1990. Una maravilla de interpretación, que comenzó con la guitarra de Niño Josele, sólo ese tema superó la media hora de duración, y en el que el lucimiento de Corea y de todos sus músicos fue total. No sé, he leído algún comentario sobre cierta falta de calor del disco. Quien eso afirma es un excelente crítico musical al que admiro, pero desde luego en directo no da la impresión de que le falte fuerza o calor y es que la música además de oírla hay que verla (eso decía Igor Stravinsky).
Tres genios. Chick Corea entre Niño Josele y Jorge Pardo. Madrid, 26 julio 2019
Con Zyryab finalizó el concierto entre continuos aplausos y más ganas del público para seguir escuchando a Corea y a los músicos que le acompañaban. Así que obligado fue que salieran de nuevo, esta vez para tocar uno de los temas más emblemáticos de Chick Corea, Spain, que yo ya oí mientras me alejaba del Jardín Botánico camino del metro, que era tarde y me lo podía encontrar cerrado. Espectáculo de los grandes, buen concierto y buena programación la que está haciendo año tras año Noches del Botánico.