16/04/2023
Tigran Hamasyan
Sabemos que los orígenes del jazz se remontan al último cuarto del siglo XIX en el Estado de Louisiana y su principal ciudad, Nueva Orleans. Poco más tarde, el jazz se extendió a todo Estados Unidos y desde allí al resto del planeta. Es evidente que ningún país puede disputarle a Estados Unidos la supremacía en esta música, pero sí que hay algunos, como Francia, Cuba o Brasil, que han aportado muchos granitos de arena al jazz. Otros países, con gran tradición de música popular, han recogido el jazz para integrarlo o fusionarlo con su música, como es el caso de España con el flamenco-jazz. Pero hoy voy a hablar de otro país y de uno de sus músicos de jazz más importantes. Armenia tiene una gran tradición musical y cuida mucho su música popular y, sin abandonar ésta, uno de los compositores y pianistas de ese país, Tigran Hamasyan, se ha convertido en un intérprete de un enorme prestigio internacional y uno de los más premiados y solicitados en el mundo del jazz.
Tigran Hamasyan (Coutances, 2015)
Tigran Hamasyan nació en Gyumri, Armenia, en julio de 1987, en el seno de una familia con una gran afición a la música y a los tres años comenzó su primer contacto con el piano. Cuando tenía diez años su familia se trasladó a la capital, Erevan, y allí continuó sus estudios de piano con Vahagn Hayrapetyan, un afamado pianista armenio que había sido discípulo de Barry Harris. De esa manera se produjo el contacto de Tigran Hamasyan con el bebop y el arte de la improvisación. Tigran estudiaba piano clásico al mismo tiempo que escuchaba mucha música popular armenia y poco a poco fue considerando la posibilidad de fusionar la música de su país con estilos más cercanos al jazz y así comenzó una trayectoria que lo llevó a participar en los dos primeros festivales de jazz de Erevan, en 1998 y 2000 y más tarde a ganar el primer premio del concurso de piano solo en el festival de jazz de Montreux de 2003, cuando tenía tan solo 16 años. Fue en ese mismo año cuando sus padres decidieron trasladarse a Los Ángeles, ciudad en la que Tigran continuó su carrera musical. Siguió coleccionando premios, entre ellos el Thelonious Monk Piano Competition en 2006, seguramente el premio más codiciado por los pianistas jóvenes de jazz. Tras Los Ángeles llegaron unos años de estancia en Nueva York. Ahora, Armenia y Francia son los dos países en los que comparte su residencia (cuando no está moviéndose por el mundo).
Desde las raíces de la música popular armenia y fusionándola con el jazz, Tigran Hamasyan grabó sus primeros discos en 2007, (New Era), 2008 (World Passion) y 2009 (Red Hail), con composiciones suyas o arreglos de canciones del folclore armenio. Y desde ese primero de 2007 al que presentó en abril de 2022, StandArt, son 13 los álbumes que ha grabado Tigran Hamasyan, en los que se adivina que su faceta de compositor tiene tanto peso como la de intérprete. Álbumes grabados con distintos formatos de grupo e incluso a piano solo, como A Fable, uno de sus grandes discos. Para sus actuaciones en directo, Tigran Hamasyan suele utilizar el formato de trío, acompañándose de bajo y batería, un formato de grupo muy clásico en el jazz, y así lo vi yo por primera vez el 8 de julio de 2021 en Noches del Botánico en Madrid. Había escuchado algún disco suyo y me había hablado de su talento la gran crítica musical que es Mirian Arbalejo, pero aquel concierto me entusiasmó. Una noche fantástica aquella, porque a la actuación de hora y media de Tigran Hamasyan Trio siguió otro tanto de Cécile McLorin. Ese concierto demostró una vez más que en los grandes músicos el directo es siempre superior a cualquier grabación. La interpretación de Tigran Hamasyan fue todo un espectáculo, pero sobre todo hubo un tema, Into the Forest, que en directo me resultó de una enorme belleza. Un tema que está incluido en su disco They Say Nothing Stays The Same, publicado en 2019, que he escuchado en su disco numerosas veces, pero nunca como aquella noche.
Su último disco grabado hasta ahora, StandArt, difiere algo de los anteriores en los que los orígenes armenios de Tigran tenían una presencia capital. En este disco, salvo el tema de la pista 8, Invasion During an Operetta, compuesto por él, el resto son estándares de jazz de diferentes compositores, entre 1928 y 1953, con arreglos suyos y en el que a su trío habitual con Matt Brewer (bajo) y Justin Brown (batería) incorpora en un par de temas los saxos tenor de Mark Turner y Joshua Redman y en otros dos a Ambrose Akinmusire con la trompeta. Un repertorio de nueve temas, variado y muy bien escogido, en el que brilla el piano de Hamasyan, Turner está espléndido en el más melódico All The Tings You Are, un dueto entre piano y saxo, y Hamasyan y Redman ponen las líneas de bebop en el Big Foot de Charlie Parker. La trompeta de Akinmusire suena tenue en el suave tema I Should Care y en el siguiente, que es una suerte de improvisación de los cuatro. Cierra el disco Laura, una composición de 1944, tema musical de la película homónima, que aquí, más que un arreglo de Tigran Hamasyan, es una recomposición completa del tema. Otro gran disco de Tigran Hamasyan.
Desde aquella noche de julio de 2021 en que vi a Tigran Hamasyan, siempre he tenido la convicción de que no tardaría mucho en volver a verlo. Y ha sido hace algunas semanas, en la Sala de Cámara del Auditorio Nacional de Música de Madrid, en el ciclo Jazz en el Auditorio, cuando he tenido esa oportunidad. Hubo cambio en el trío, porque no estuvieron ni Matt Brewer ni Justin Brown. Fueron Rick Rosato (contrabajo) y Jonathan Pinson (batería) quienes ocuparon su lugar en este concierto y en la gira europea que Tigran Hamasyan está realizando este año.
Tigran Hamasyan Trio (Madrid, 18 marzo 2023)
La mayor parte del concierto se basó en su último disco, StandArt, pero también hubo espacio para otros temas que no están en él. Cerca del final del concierto llegó el momento culminante de la noche cuando el trío interpretó el Big Foot de Parker. Allí no estaba Joshua Redman con su saxo, como en el disco, pero el bebop de Parker con los arreglos de Hamasyan sonó de maravilla, durante más de veinte minutos, hasta el punto de enardecer de tal manera a los que allí estuvimos que los “bravo” y los aplausos, con el público puesto en pie, se alargaron en el tiempo. La magia del directo, que nunca me cansaré de elogiar cuando la calidad de los intérpretes es tan grande.
Tigran Hamasyan Trio (Madrid, 18 marzo 2023)
Siempre sale uno de estos conciertos con una sensación doble: haber sido testigo de un prodigio y al mismo tiempo pensar que ese prodigio podría haberse prolongado algo más. Seguiremos atentos a los nuevos proyectos de este formidable pianista.